Hoy, dirigimos nuestra mirada a la figura de san José. San
Lucas presenta a la Virgen María como "desposada con un hombre llamado
José, de la casa de David". San Mateo da mayor relieve al padre putativo
de Jesús, subrayando que, a través de él, el Niño resultaba legalmente
insertado en la descendencia davídica y así daba cumplimiento a las Escrituras,
en las que el Mesías había sido profetizado como "hijo de David".
La función de san José no puede reducirse a este aspecto
legal. Es modelo del hombre "justo", que en perfecta sintonía con su
esposa, acoge al Hijo de Dios hecho hombre y vela por su crecimiento humano.
Entre otros aspectos, destaca su silencio, impregnado de contemplación del
misterio de Dios, con una plenitud de fe y con una actitud de total
disponibilidad a la voluntad divina.
—Jesús, Tú aprendiste de tu padre José —en el plano
humano— la fuerte interioridad que es presupuesto de la auténtica justicia, la
"justicia superior" que enseñaste a tus discípulos.
Comentario: REDACCIÓN evangeli.net
(elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) (Città del Vaticano, Vaticano).
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