Día litúrgico: Jueves II de Adviento
Texto del Evangelio (Mt 11,11-15): En aquel tiempo,
dijo Jesús a las turbas: «En verdad os digo que no ha surgido entre los nacidos
de mujer uno mayor que Juan el Bautista; sin embargo, el más pequeño en el
Reino de los Cielos es mayor que él. Desde los días de Juan el Bautista hasta
ahora, el Reino de los Cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan.
Pues todos los profetas, lo mismo que la Ley, hasta Juan profetizaron. Y, si
queréis admitirlo, él es Elías, el que iba a venir. El que tenga oídos, que
oiga».
Comentario: Rev. D. Ignasi FABREGAT i
Torrents (Terrassa, Barcelona, España).
«El Reino de los Cielos sufre violencia, y los violentos
lo arrebatan»
Hoy, el Evangelio nos habla de san Juan Bautista, el Precursor del Mesías, aquel que ha venido a
preparar los caminos del Señor. También a nosotros nos acompañará desde hoy
hasta el día dieciséis, día en el que acaba la primera parte del Adviento.
Juan es un hombre firme, que sabe lo que cuestan las
cosas, es consciente de que hay que luchar para mejorar y para ser santo, y por
eso Jesús exclama: «Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el Reino de
los Cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan» (Mt 11,12). Los
“violentos” son los que se hacen violencia a sí mismos: —¿Me esfuerzo para
creerme que el Señor me ama? ¿Me sacrifico para ser “pequeño”? ¿Me esfuerzo
para ser consciente y vivir como un hijo del Padre?
Santa Teresita de Lisieux se
refiere también a estas palabras de Jesús diciendo algo que nos puede ayudar en
nuestra conversación personal e íntima con Jesús: «Eres tú, ¡oh Pobreza!, mi
primer sacrificio, te acompañaré hasta que me muera. Sé que el atleta, una vez
en el estadio, se desprende de todo para correr. ¡Saboread, mundanos, vuestra
angustia y pena, y los frutos amargos de vuestra vanidad; yo, feliz, obtendré
de la pobreza las palmas del triunfo». —Y yo, ¿por qué me quejo enseguida cuando
noto que me falta alguna cosa que considero necesaria? ¡Ojalá que en todos los
aspectos de mi vida lo viera todo tan claro como la Doctora!
De un modo enigmático Jesús nos dice también hoy: «Juan es
Elías (...). El que tenga oídos que oiga» (Mt 11,14-15). ¿Qué quiere decir?
Quiere aclararnos que Juan era verdaderamente su precursor, el que llevó a
término la misma misión que Elías, conforme a la creencia que existía en aquel
entonces de que el profeta Elías tenía que volver antes que el Mesías.
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