Hoy, Jesús nos llama a la "fidelidad renovada":
aunque el contenido de la fe no cambia sustancialmente, debemos considerar los
cambios de percepción cultural y las graves dificultades del tiempo con
respecto a la profesión de la fe verdadera y su recta interpretación.
Los contenidos esenciales que desde siglos constituyen el
patrimonio de todos los creyentes tienen necesidad de ser confirmados,
comprendidos y profundizados de manera siempre nueva, con el fin de dar un
testimonio coherente en condiciones históricas distintas a las del pasado. El
magisterio de la Iglesia tiene la responsabilidad de intensificar la reflexión
sobre la fe para ayudar a todos los creyentes en Cristo a que su adhesión al
Evangelio sea más consciente y vigorosa en cada tiempo.
—En los tiempos más recientes la Iglesia ha cumplido esta
misión con el Concilio Vaticano II ("brújula segura para orientarnos en el
camino del siglo que comienza") y convocando dos veces el "Año de la
Fe" (con Pablo VI y con Benedicto XVI), entre otras muchas iniciativas.
Comentario: REDACCIÓN evangeli.net
(elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) (Città del Vaticano, Vaticano).
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