Hoy el Evangelio describe la más primitiva imagen de la
Iglesia. Jesucristo, rodeado de sus "seguidores", acaba de elegir a
12 de ellos para que permanezcan con Él y sean "Apóstoles" (sus
"enviados"). Los evangelistas nos consignan exactamente sus nombres.
Durante la Última Cena, siendo testigos de la institución de la Eucaristía,
recibieron el sacerdocio ministerial al escuchar las palabras "haced esto
en memoria mía".
La Iglesia es el "nuevo" Pueblo de Dios: la
comunidad de los bautizados, preparada durante la Antigua Alianza y ahora
destinada a todos los hombres. Iglesia-comunión, templo de Dios, sacramento
(instrumento) de salvación para la humanidad. Por el Bautismo, todos los fieles
recibimos la llamada y la ayuda para ser "hijos de Dios en el Hijo".
Con este nuevo "estatus" todos somos "enviados" para ser
"puente" entre los hombres y Dios: todos participamos del denominado
"sacerdocio bautismal" y formamos un "pueblo sacerdotal".
—Jesús, te pedimos más vocaciones al sacerdocio
ministerial que cuiden de tu pueblo sacerdotal.
Comentario: Rev. D. Antoni CAROL i Hostench (Sant
Cugat del Vallès, Barcelona, España).
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