11-01-2014
En 1525, con 25 años, Camilo de Lellis ingresó en el hospital del Santo Spirito de Roma. Jamás pensó que ese momento le cambiaría para siempre. Tanto fue así que dejó su antigua vida como mercenario y se dedicó a Dios.
Tenía una grave herida en una pierna y estando allí se dió cuenta de que trataban muy mal a los enfermos. Por eso decidió fundar la Orden de Clérigos Regulares Ministros de los Enfermos. El 14 de julio de este año, la orden conmemora el 400 aniversario de la muerte de San Camilo.
P. Carlo Mangioni
Organizador, Celebraciones 4º Centenario
"Cuando una familia tiene a alguien enfermo, todo gira alrededor de esa persona. Lo mismo debe suceder en la Iglesia. La Iglesia entera debe dedicarse a los enfermos, a los hermanos más frágiles”.
En 400 años su mensaje no ha cambiado pero su volumen de trabajo sí. Hoy los Camilianos están presentes en unos 40 países y trabajan según las necesidades de cada región.
2.800 hombres y mujeres forman la Orden para cuidar de los más marginados de la sociedad. Como San Camilo, incluso a riesgo de sus propias vidas.
P. Carlo Mangioni
Organizador, Celebraciones 4º Centenario
"Esto podemos decir que es 'la perla' de la espiritualidad de los Camilianos. Es esta entrega total hasta dar la propia vida. Esta es una característica que no ha cambiado en 400 años”.
Durante el pontificado de Francisco la Orden iniciará su quinto siglo de vida. En sus primeros meses, el Papa ha dejado clara su predilección por los enfermos. Lo que dice sobre ir a las periferias y atender a los marginados de la sociedad encaja perfectamente en el carisma de los Camilianos.
P. Carlo Mangioni
Organizador, Celebraciones 4º Centenario
"Viste como un dominico, tiene el nombre de un franciscano, gobierna como un jesuita y habla como un camiliano. Hay varias espiritualidades combinadas en una sola persona”.
La Orden ha organizado varios eventos con motivo de su cuarto centenario. Han invitado al Papa a participar en la adoración eucarística que harán el 14 de julio.
La celebración se hará en la iglesia de Santa María Magdalena de Roma, el lugar donde San Camilo murió tras una vida dedicada al cuidado de los enfermos más necesitados.
Será un momento de alegría en medio de los graves problemas que atraviesa la Orden. Su superior general fue arrestado el pasado noviembre acusado de secuestrar a dos miembros para asegurar su reelección. El Vaticano supervisará la Orden hasta que elijan a un nuevo superior en un próximo Capítulo general.
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