Ciudad del Vaticano, 13 enero 2014 (VIS).- Publicamos a
continuación la carta que el Santo Padre ha enviado a cada uno de los
cardenales nombrados públicamente durante el Ángelus del pasado domingo y que
creará el próximo 22 de febrero.
“Querido hermano,
En el día en el que se hace pública tu elección de formar
parte del Colegio de Cardenales, te mando un cordial saludo, y te aseguro mi
cercanía y mi oración. Espero que, al formar parte de la Iglesia de Roma
“vestido con las virtudes y los sentimientos del Señor Jesús” (cf. Rom 13,14 ),
puedas ayudarme con fraterna eficacia en mi servicio a la Iglesia universal”.
El cardenalato no significa una promoción, ni un honor, ni
una condecoración; es simplemente un servicio que exige ampliar la vista y
agrandar el corazón. Y, aunque parezca una paradoja, este poder observar más
lejos y amar más universalmente con mayor intensidad, se pueden obtener sólo
siguiendo el camino del Señor: el camino de la humildad, convirtiéndose en
siervo (cf. Fil 2,5 - 8). Así que te pido, por favor, que recibas esta
designación, con un corazón sencillo y humilde. Y, aunque lo hagas con alegría
y con gozo, intenta que este sentimiento se aleje de cualquier expresión
mundana, de cualquier celebración ajena al espíritu evangélico de austeridad,
sobriedad y pobreza.
Adiós y hasta el próximo 20 de febrero, cuando
comenzaremos los dos días de reflexión sobre la familia. Quedo a tu disposición
y, por favor, te pido que reces y pidas que recen por mi.
Que Jesús te bendiga y la Virgen Santa te proteja”.
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