13-01-2014
En su encuentro de inicio de año con los embajadores ante el Vaticano, el Papa puso sobre la mesa los temas que considera más importantes para 2014. El primero es la familia, pero también dedicó buena parte de su discurso a denunciar problemáticas como el paro, el hambre o, de forma explícita, el aborto.
Francisco
"Despierta horror sólo el pensar en los niños que no podrán ver nunca la luz, víctimas del aborto o en los que son utilizados como soldados, violentados o asesinados en los conflictos armados, o convertidos en objetos de mercado en esa tremenda forma de esclavitud moderna que es la trata de seres humanos, y que es un delito contra la humanidad”.
Al Papa también le preocupa el aumento de familias divididas y las difíciles condiciones en las que muchas de ellas se ven obligadas a vivir, sin recursos suficientes para salir adelante.
Francisco recordó el drama de los refugiados. En particular el de los que emigran de América Latina a Estados Unidos y a los que buscan refugio en Europa desde África y Oriente Medio.
Francisco
"Por desgracia, hay una indiferencia general ante tragedias similares, señal dramático de la pérdida de aquel sentido de la responsabilidad fraterna en la que se basa toda sociedad civil”.
Francisco pidió "decisiones valientes” en favor de la paz y del diálogo para resolver conflictos armados como los que azotan Oriente Medio y África. Paz, también, para las dos Coreas y respeto por la libertad de los cristianos en el continente africano y Asia.
No faltó un llamamiento por el respeto y cuidado del medio ambiente, para lo que se ayudó de un dicho popular.
Francisco
"Dios perdona siempre, nosotros perdonamos a veces, la naturaleza –lo creado– no perdona nunca cuando se la maltrata”.
La Santa Sede tiene relaciones diplomáticas con 180 Estados. Él último, Sudán del Sur. Por el contrario, con Arabia Saudí, China y Corea del Norte no tiene, pero está en contacto con ellos a través de organismos internacionales como la ONU.
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