14 de julio, 2013 (romereports.com) Situada en la céntrica plaza de la Magdalena, a pocos metros del Panteón, está la iglesia de los camilianos (o Camilos) y sobre todo, el lugar donde murió su fundador, San Camilo de Lelis.
Jesús María Ruiz Irigoyen
Vicario General Camilianos
“Es el 'cubiculum', lugar donde murió San Camilo. No sólo murió sino que estuvo los últimos 10 ó 12 días antes de morir, porque esto era la enfermería de la comunidad. Al sentirse ya anciano y mayor, vino aquí a morir, asistido por todos sus hijos”.
Ahora en esta habitación se guardan algunas de las reliquias más importantes de San Camilo como las costillas y las falanges, pero sobre todo, se custodia con especial cuidado una reliquia esencial.
Jesús María Ruiz Irigoyen
Vicario General Camilianos
“Está la reliquia para nosotros muy querida que es el corazón de San Camilo. Si bien tengo entendido, y creo que sí, fueron los propios médicos los que convencieron a los hermanos camilos que le extrajesen el corazón para memoria de las futuras generaciones. Para que tuvieran un recuerdo de San Camilo”.
San Camilo nació en la ciudad de Bucchianico, al este de Roma, en el año 1550. Fundó la Orden de los Camilianos que se dedican a la atención de los enfermos, por eso él vivió durante 40 años en Roma dedicado a su servicio.
Actualmente los camilianos son unos 800 en todo el mundo y siguen comprometidos con la ayuda a los enfermos, algo que se demuestra en el gran número de personas que visitan cada día la habitación en la que murió.
Jesús María Ruiz Irigoyen
Vicario General Camilianos
“Mucha gente, esto es un paso continuo de gente, de hecho ha habido que sistematizar las visitas y los lugares, para poder visitar. De hecho todos los lunes del año hay un horario de visitas”.
Por el gran trabajo que desarrolló con los enfermos, San Camilo es, junto con San Juan de Dios el patrón de los enfermos y de los médicos y aquí es donde pasó sus últimas horas de vida este gran santo.
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