24 de julio, 2013 (romereports.com) Al término de su primera Misa pública durante la JMJ, el Papa se emocionó al sostener la imagen de Nuestra Señora de Aparecida, patrona de Brasil.
Mientras dejaba el altar atrás, portando la estatua, al Papa se le veía conmovido. Con los ojos llorosos y ante la mirada de miles de peregrinos, Francisco no disimuló su emoción.
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