Hoy Jesucristo nos previene de la ofuscación de la conciencia
moral. El perdón de Dios llega tan lejos como su Amor, pero… si negáramos su
existencia y renegáramos de su Amor (eso es la "blasfemia contra el
Espíritu Santo"), entonces, ¿podríamos pedirle perdón?; ¿podría Dios
perdonar sin que se le pida perdón? ¡Dios no puede imponer su perdón! El amor
incluye una disponibilidad inagotable al perdón, pero el perdón presupone el
reconocimiento del pecado como pecado.
Los Padres de la Iglesia consideraron la
"insensibilidad" (incapacidad de arrepentirse) como la verdadera
enfermedad del mundo pagano. Si hoy existe un problema de descomposición moral
en la sociedad, deriva de la ausencia de Dios en nuestra vida. No reconocer la
culpa, no me salva, porque la ofuscación de la conciencia, la incapacidad de
reconocer en mí el mal en cuanto tal, es culpa mía. Si Dios no existe, entonces
tenemos que refugiarnos en mentiras tales como la "ilusión de
inocencia".
—Jesús, el encuentro contigo me transforma haciéndome
capaz de escuchar el Bien mismo.
Comentario: REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) (Città del Vaticano, Vaticano).
Comentario: REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) (Città del Vaticano, Vaticano).
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