Hoy el Señor nos dice cómo hemos de orar. Lucas pone el
"Padrenuestro" en relación con la oración personal de Jesús mismo. Él
nos hace partícipes de su propia oración, nos introduce en el diálogo interior
del Amor trinitario, elevando, así, nuestras necesidades humanas hasta el
corazón de Dios. Además, las palabras del "Padrenuestro" son
orientaciones fundamentales para nuestra existencia, porque pretenden
conformarnos a imagen del Hijo.
En el "Padrenuestro" se afirma, en primer lugar,
la primacía de Dios, de la que se deriva por sí misma la preocupación por el
modo recto de ser hombre. Para que el hombre pueda presentar sus peticiones
adecuadamente tiene que estar en la verdad, esto es: "Primero Dios",
y, a partir de ahí, Él nos lleva por los caminos del ser hombres. Finalmente,
le pedimos ser liberados de la acechanza del Maligno.
—Señor, Dios nuestro, Tú no eres alguien desconocido y
lejano: nos muestras tu rostro en tu Hijo Jesús y por medio de su oración, nos
introduces en tu intimidad Trinitaria.
Comentario: REDACCIÓN evangeli.net
(elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) (Città del Vaticano, Vaticano).
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