13 de marzo, 2013 (romereports.com) El vestuario del Papa tiene poco que ver con las tendencias de las pasarelas de Milán o de New York. Sus diseños se basan en la tradición y sirven para hacer del Pontífice una de las figuras más reconocibles del mundo.
Uno de los signos más característicos es la sotana blanca, color que representa la pureza y la santidad. No se ven con facilidad, pero tiene 33 botones, uno por cada año de la vida de Jesús. Esta tradición comenzó con Pío V, un dominico del siglo XVI que no quiso renunciar al hábito blanco de su Orden.
Su indumentaria se completa con zapatos de cuero rojo, que simbolizan la sangre de los mártires de la Iglesia. Pablo VI abolió la costumbre de que la gente los besara cada vez que hablaban con el Papa y también quitó la cruz de oro que los decoraba.
Durante las principales ceremonias religiosas, como la Navidad o la Misa de Pascua, utiliza una larga capa denominada casulla, que recoge la tradición de diseños usados durante cientos de años por otros Papas.
Su mitra, una corona similar a la que llevan los obispos, está hecha a medida y simboliza su autoridad para enseñar. Juan Pablo II usaba diseños sencillos. Benedicto XVI ha recuperado diseños más elaborados usados por sus predecesores.
El báculo o bastón pastoral es un símbolo de autoridad. Representa su papel como pastor de la Iglesia. El que usó Benedicto XVI fue una cruz griega de oro, que ya había utilizado Pío IX en el siglo XIX.
Durante sus reuniones con jefes de Estado, los papas usan una capa roja, llamada esclavina, que cubre los hombros y que representa su autoridad política como jefe del Estado de la Ciudad del Vaticano.
Como se ve, cada prenda tiene su sentido y su valor histórico. Pero con el paso de los años, cada Papa aporta su propio toque personal.
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