domingo, 30 de septiembre de 2012

El Diálogo conduce a la Fraternidad


C O M U N I C A D O

“Los que trabajan por la Paz… cosechan frutos en todo lo bueno” (St. 3, 18)

La Iglesia presente en la historia de los pueblos comparte como suyos “los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres” de cada tiempo. En ese sentido, vemos con preocupación la situación nacional que se vive en el sector educativo y en el sector salud y queremos con nuestra oración e invocación abrir caminos de diálogo que conduzcan a la fraternidad.

Conviene recordar que “la escuela, en virtud de su misión, a la vez que cultiva las facultades intelectuales, promueve los valores y prepara los alumnos a la vida profesional”, es un lugar privilegiado para construir un Perú grande, capaz de vencer la pobreza y la injusticia y de fomentar la solidaridad y el desarrollo. Podemos, por eso, decir: “Hermosa es, por tanto, y de suma importancia la vocación de todos los que, ayudando a los padres y en nombre de la comunidad humana, desempeñan la función de educar en las escuelas”.

Es oportuno también, reflexionar, desde la persona, centro y finalidad de toda Ley, que la salud es un derecho fundamental de todo ser humano: que los Estados deben garantizar y al cual toda persona debe tener acceso sin privilegios ni exclusiones. En ese sentido, la presencia y el trabajo de los profesionales de la salud se convierte en una noble y admirable misión de servicio a la vida y a la dignidad de cada persona.

Invoco, por eso, al Gobierno y a los trabajadores de los sectores de educación y salud a encontrar soluciones, que atendiendo sus justas necesidades, busquen sobretodo el bien común, de modo especial de los niños y adolescentes en edad escolar y de las personas que necesitan atender su salud. Es necesario que se encuentren soluciones evitando la violencia, y dentro de un clima de justicia, solidaridad, diálogo y el respeto mutuo.

Que Dios nuestro Señor, por la intercesión de la Virgen de la Merced, bendiga a nuestro Perú y nos conceda la paz.

Lima, 28 de Setiembre del 2012

Mons. Salvador Piñeiro García-Calderón
Arzobispo Metropolitano de Ayacucho
Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana

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