domingo, 5 de febrero de 2012

Después de 15 años de aborto legal… en Sudáfrica


Johannesburg (Agencia Fides) - “Han pasado quince años desde que se legalizó el aborto en Sudáfrica. Desde entonces, se estima que a más de un millón de niños no nacidos se les ha negado el más básico de los derechos humanos, el derecho a la vida”, afirma un comunicado de la Conferencia Episcopal de África del Sur (SACBC), firmado por Su Exc. Mons. Buti Tlhagale, Arzobispo de Johannesburgo y Presidente de la SACBC.

“Recordemos a ese millón de niños no nacidos. Lamentamos que a esos hijos de Dios se les haya negado el derecho a nacer en el mundo creado por Dios y a enriquecerlo con sus propios dones y talentos únicos. Nunca podremos darnos cuenta de lo que estamos perdiendo porque la ley dice que 'el aborto está bien'”, afirma el comunicado enviado a la Agencia Fides.

Mons. Tlhagale recuerda que los que apoyaron la ley decían que era necesaria para combatir el flagelo de los abortos clandestinos. Pero el Arzobispo se pregunta si después de 15 años la ley ha alcanzado su propósito, dado que “en casi todos los postes de la luz a lo largo de las calles de nuestras ciudades y pueblos, hay carteles que piden abortos 'seguros y sin dolor'. Se encuentran fuera de la sede del Departamento de Salud, en Pretoria, y en las paredes de nuestras escuelas”. Si la publicidad es tan generalizada, la demanda de abortos clandestinos aún debe ser alta”, señala Mons. Tlhagale.

La posición de la Iglesia Católica sobre el aborto es clara e inequívoca. El hecho de que la ley diga que es legal no significa que sea moralmente correcto. Cada niño no nacido ha sido creado por Dios, que lo ha “tejido en el vientre materno” (cf. Sal 139,13). Él tiene derecho a la vida, un derecho que debe ser respetado por parte de la madre y protegido por parte del estado”, afirma el comunicado.

“Otro derecho que debe ser respetado por el Estado y por sus funcionarios es el de la objeción de conciencia. Aquellos que creen que el aborto es moralmente malo tienen el derecho de negarse a participar en los procedimientos para ponerlo en práctica”, recuerda el comunicado.

“Todos nosotros, padres, maestros, miembros de la Iglesia, debemos entender lo que una chica está pasando cuando se da cuenta que está embarazada. Necesita nuestro amor, nuestro apoyo, nuestra comprensión y, a veces, nuestro perdón”, subraya Mons. Tlhagale. “Como Iglesia estamos comprometidos en todos los sentidos para ayudar a las jóvenes embarazadas y a las parejas tentadas con tomar el camino del aborto. No condenamos, como Jesús se negó a condenar” concluye el Arzobispo, que invita a las chicas madres a dirigirse a los sacerdotes y a los centros de asesoramiento de la Iglesia Católica.

(L.M.) (Agencia Fides 1/2/2012)

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