Hoy, María pide a su Hijo un favor para unos amigos que
pasan dificultades. Ella confía una necesidad humana a su poder, a un poder que
supera la habilidad y la capacidad humanas.
En este diálogo con Jesús la vemos realmente como Madre
que pide, que intercede. Conviene profundizar un poco en este pasaje del
Evangelio, para aprender de María el modo correcto de orar. María, propiamente,
no hace una petición a Jesús; simplemente le dice: "No tienen vino"
(Jn 2,3). Los esposos se encuentran en dificultades y María simplemente se lo
dice a Jesús. No le pide nada en particular, y mucho menos, que Jesús utilice
su poder, que realice un milagro produciendo vino. Sencillamente, informa a
Jesús y le deja decidir lo que conviene hacer.
—De María aprendemos la bondad y la disposición a ayudar,
pero también la humildad y la generosidad para aceptar la voluntad de Dios,
confiando en Él, convencidos de que su respuesta, sea cual sea, será lo mejor
para nosotros.
Comentario: REDACCIÓN evangeli.net
(elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) (Città del Vaticano, Vaticano).
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