01-02-2014
En el mundo hay más de 750.000 religiosos. Para agradecer la labor de estos hombres y mujeres que llevan el mensaje de la Iglesia a muchas realidades se celebra, desde 1997, la Jornada Mundial de la Vida Consagrada.
Javier es uno de ellos. Es español, tiene 33 años y es religioso marianista desde que tenía 19.
Javier Sanz
Religioso Marianista
"Cuando yo tenía 18 años empecé a notar que algo no iba bien. Te falta algo. Empiezas a sentir que necesitas... estás buscando esa felicidad que, de alguna manera yo creo que todos buscamos, ¿no? Ahora miro hacia atrás y digo: '¡Vaya!, no sé cómo fui capaz de hacer aquello'. Conocí a los marianistas y empecé a sentir que esa podía ser mi vida”.
Bob también es religioso marianista. Tiene 37 años y estudió en una universidad de esta Órden sólo por la buena reputación de su facultad de ingeniería. No se planteaba la vocación religiosa. Tenía un buen trabajo como profesor de matemáticas, compró una casa, un coche y comenzó a salir con una chica. Sin embargo, casi sin darse cuenta, la vocación religiosa ya había llamado a su puerta.
Bob Jones
Religioso Marianista
"Cuando hablé con mi novia estaba nervioso, digámoslo así. Pero, lo creas o no, cuando se lo dije a mis amigos y a mi familia me dijeron que no les sorprendía. Creo que ya habían visto algo en mí que yo mismo no había visto”.
El camino que ambos han recorrido ha sido largo. Hicieron un año de prenoviciado, dos de noviciado y después primeros y segundos votos. Hasta que pasan al menos ocho años no se hacen los votos permanentes. Ambos reconocen que la vida religiosa merece la pena.
Javier Sanz
Religioso Marianista
"Cuando uno mira hacia atrás se da cuenta de que todo tiene sentido. Incluso los momentos difíciles, incluso los momentos duros. Todo tiene sentido, todo es lógico”. "La vida religiosa demuestra que es posible ser feliz, es muy posible ser feliz viviendo el Evangelio”.
Bob Jones
Religioso Marianista
"Siempre animo a la gente que piensa, como yo pensaba, que esta vida no es para ellos. Tenemos que creer que Dios es el Dios de las sorpresas. Cuando empiezas a escuchar la voz de Dios nunca sabes dónde te llevará. Hablo siempre de mi vocación como una aventura porque me puedo despertar cada mañana y pensar: '¿qué va a pasar hoy?' Me ayuda recordar que Dios está en todo esto”.
Javier y Bob dicen que ser religioso no es un tipo de vocación pasada de moda porque buscar la felicidad nunca estará pasado de moda. Por la sonrisa de sus caras, lo que está claro, es que ellos ya la han encontrado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario