Confesor.
Etimología: Andrés = valiente, viril. Viene de la lengua
griega.
Andrés fue archidiácono en el siglo IX. Hay nombres que se
repiten según los pueblos y sus respectivas culturas.
Brígida es un nombre que se pone a muchas mujeres en los
países nórdicos, y Catalina en los mediterráneos. Pero, pos supuesto, el que
más abunda en todas las lenguas es el de María.
Brígida Kildaro fue hermana de san Andrés, una virgen del
mismo siglo.
San Andrés era también de Irlanda, pero se le conoce más
como Andrés de Fiésole por haber sido designado archidiácono de esta antigua y
preciosa ciudad etrusca.
Durante este tiempo había muchos misioneros irlandeses en
toda Florencia y sus alrededores. Los había pedido el obispo Donato.
Precisamente con él se marchó en peregrinación a Roma.
Con este acto religioso querían dar respuesta afirmativa a
Jesús de que su camino hacia la santidad era firme y no encerraba vacilaciones.
Durante la peregrinación –cosa frecuente en ese siglo–
se ganaron la amistad de todos por su vida de oración, su penitencia y su
sentido religioso de cuanto hablaban, veían o contemplaban.
Mientras que Andrés restauraba un monasterio destruido por
los húngaros, vio bien retirarse a vivir una vida solitaria pero solidaria con
todos haciendo más penitencia.
Su hermana tuvo una visión acerca de su muerte, y desde
Irlanda llegó a tiempo para asistirlo en sus últimos momentos.
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