El gobierno apoyó la ley de la liquidación de activos
PRAGA, jueves 12 enero 2012 (ZENIT.org).- Los obispos de la República Checa expresaron públicamente su agradecimiento al Consejo de Ministros por una ley que prevé la devolución de sus propiedades a la Iglesia católica y a otras entidades religiosas.
Según informaba este miércoles la página web de la Conferencia Episcopal de la República Checa, los obispos emitieron una declaración pública sobre la recientemente aprobada por el gobierno ley de liquidación de activos, que prevé la devolución de las iglesias y propiedades incautadas por el Estado en el período comunista a las Iglesias cristianas y otras entidades religiosas.
La Conferencia Episcopal Checa (CBK) agradece el apoyo del Consejo de Ministros a la ley que normaliza las relaciones entre el Estado y las Iglesias y el que no haya habido oposición a la misma por parte de los partidos que integran la coalición de gobierno.
La CBK espera que se produzcan medidas posteriores en la misma dirección y que la ley sea aprobada por el Parlamento de la República Checa.
El gobierno aprobó una ley que prevé un plan para devolver a la Iglesia católica, y a otras entidades religiosas, las propiedades que le fueron confiscadas durante el periodo comunista de 1948-1989, según informó la viceprimera ministra Karolina Peake.
El primer ministro Petr Necas había amenazado con expulsar a los ministros del partido denominado Asuntos Públicos --en la coalición de gobierno--, y eventualmente disolver el gobierno si el citado partido decidía finalmente impedir la aprobación de ese plan, que contempla también el pago de indemnizaciones.
La viceprimera ministra, también vicepresidenta del partido que se oponía a la medida, Karolina Peake declaró, en un comunicado, que su partido ha dejado de oponerse y el Ejecutivo ha aprobado finalmente el plan. La líder del partido explicó que, ante el ultimátum del primer ministro, buscaron la manera más responsable de resolver una situación que consideraban absurda.
El plan, acordado entre el gobierno y diecisiete entidades religiosas encabezadas por la Iglesia católica, prevé la devolución de la mayoría de las propiedades y el abono de una compensación de 59.000 millones de coronas checas (casi 2.300 millones de euros) repartida en treinta pagos anuales.
El partido que se oponía al acuerdo no lo consideraba oportuno en una situación en que la economía checa se contrajo un 0,1%, en el último trimestre de 2011, y que se prevé deje de crecer en 2012.
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