Hoy, el saber de la ciencia por sí sólo no basta. El pan
material no es lo único que necesitamos; tenemos necesidad de amor, de
significado y de esperanza, de un fundamento seguro. La fe nos dona
precisamente esto: es un confiado entregarse a un "Tú" que es Dios,
quien me da una certeza distinta, pero no menos sólida que la que me llega del
cálculo exacto o de la ciencia.
La fe no es un simple asentimiento intelectual del hombre
a las verdades particulares sobre Dios; es un acto con el que me confío libremente
a un Dios que es Padre y me ama; es adhesión a un "Tú" que me dona
esperanza y confianza.
—Dios ha revelado que su amor hacia el hombre, hacia cada
uno de nosotros, es sin medida: en la Cruz, Jesús de Nazaret, el Hijo de Dios
hecho hombre, nos muestra en el modo más luminoso hasta qué punto llega este
amor, hasta el don de sí mismo, hasta el sacrificio total.
Comentario: REDACCIÓN evangeli.net
(elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) (Città del Vaticano, Vaticano).
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