Hoy, Juan habla de una reunión del Sanedrín para dilucidar
—en un intercambio de ideas— el "caso" Jesús. Juan sitúa esta reunión
antes del Domingo de Ramos, y considera que el motivo inmediato fue el
movimiento popular surgido después de la resurrección de Lázaro. Sin una
deliberación precedente como ésta, resulta impensable el arresto de Jesús la
noche de Getsemaní.
Juan ha expresado muy claramente aquella extraña
combinación entre la ejecución de la voluntad de Dios y la ceguera egoísta de
Caifás: la cruz respondía a una "necesidad" divina y Caifás, con su
decisión, fue en último análisis el ejecutor de la voluntad de Dios, aun cuando
su motivación personal fuera impura y no respondiera a la voluntad divina, sino
a sus propias miras egoístas (actitud que propició la catástrofe del año 70).
—"Jesús iba a morir (…) para reunir a los hijos de
Dios que estaban dispersos": resuena aquí la "palabra clave" de
la oración sacerdotal de Jesús por la unidad de los creyentes dentro de su
Iglesia.
Comentario: REDACCIÓN evangeli.net
(elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) (Città del Vaticano, Vaticano).
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