lunes, 8 de agosto de 2011

Fe renovada: La fiesta en honor a la cruz de Motupe


05.08.2011 Con la presencia de una multitud de fieles, esta mañana se celebró la Solemne Misa en honor a la Festividad de la Cruz de Motupe, en la Diócesis de Chiclayo. La Eucaristía se celebró en el Atrio de la Parroquia San Julián, en Motupe, y fue presidido por el Cardenal Juan Luis Cipriani Thorne, Arzobispo de Lima, que fue invitado a esta festividad. Asimismo concelebró la Eucaristía, Monseñor Jesús Moliné Labarta, Obispo de Chiclayo.

La celebración de la Cruz de Motupe en este año tiene un sentido especial, ya que se realiza en desagravio ante los acontecimientos ocurridos el pasado mes de julio en el cual unos delincuentes sustrajeron y dañaron el venerado madero. Como se recuerda, el Arzobispo de Lima condenó el robo sacrílego y exhortó a los fieles a sumar esfuerzos para la reconstrucción de dicho símbolo de religiosidad católica.

Durante todo el mes de agosto hay diversas celebraciones en honor a la Cruz del Cerro Chalpón, que forman parte de la tradición del pueblo de Motupe y del Perú entero, y es punto de peregrinaje de miles de fieles que acuden como muestra de su devoción.



Numerosos fieles de la cruz de Motupe se han concentrado en los alrededores de la plazuela principal de dicho distrito, ubicado en Lambayeque, para participar en la misa de fiesta que ofició el Cardenal Juan Luis Cipriani en honor al 'sagrado madero'.

Muchos han pernoctado en el lugar para estar más cerca al objeto religioso, que fue robado el pasado 5 de julio y seccionado en cinco partes.

Las sietes imágenes y cruces religiosas que fueron traídas de diversos puntos de Lambayeque para participar en el acto de desagravio, fueron trasladadas al estrado oficial donde se oficia la misa.

Al término del acto litúrgico, el objeto religioso será llevado al templo San Julián, donde podrá ser venerado por los fieles hasta las 7:00 p.m. cuando saldrá en procesión por las calles del distrito lambayecano.

Con éste final feliz, cerramos el ciclo de noticias, y damos gracias a Dios por reavivar la fe en la gentes del distrito de Lamabayeque, la diócesis de Chiclayo y de todo el Perú en general. Felicitamos así mismo, a los restauradores del 'sagrado madero'.

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