El
Arzobispo de Lima, Cardenal Juan Luis Cipriani Thorne, celebró la Santa Misa en
la Basílica Catedral de Lima con la participación de la comunidad quechua
hablante residente en la capital. En su homilía, el Arzobispo, recordó a los
fieles que Cristo nació entre los hombres para salvarlos del pecado del mundo.
“Cuando Juan Bautista está en el río Jordán, el ve venir a Jesús y dice: “Este
es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo”. El primer mensaje de para
qué viene Jesús a visitarnos es que viene para quitarnos el pecado del mundo”.
El
Cardenal Juan Luis Cipriani, también señaló que lo único que separa a las
personas de Jesús es el pecado. “Jesús es el cordero de Dios, el único que
salva es Cristo. Ante todo buscamos a Cristo y Cristo tiene una sola finalidad:
quiere salvar. Salvar de las enfermedades, de los problemas, quiere salvar la
familia, viene a ayudar; pero para eso me dice Jesús: “lo que más separa al
pueblo de mí es el pecado”. El pecado de no cuidar el propio matrimonio, del
robo y de la mentira; entonces, Jesús quiere lavar tu alma, quiere sanarte de
esa inclinación que te lleva a la cólera y que te lleva a pelear”, dijo.
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