lunes, 7 de mayo de 2018

MARCHA POR LA VIDA


05 de mayo de 2018
            Estimados hermanos y hermanas:
1.      El primer derecho de una persona es el derecho a vivir, es un derecho fundamental y base de cualquier otro. Así, no es posible que la vida dependa de la decisión humana. Ni la sociedad ni autoridad alguna con todo el poder que posea tiene potestad para concederla, mucho menos para eliminarla.

2.      El Santo Padre Francisco en su Audiencia General del pasado 18 de abril dijo: “quisiera reiterar y confirmar con fuerza que el único dueño de la vida, desde el inicio al final natural, ¡es Dios! Y nuestro deber, nuestro deber es hacer de todo para custodiar la vida”, ¡y por eso estamos aquí!.

3.      Debemos estar alertas y denunciar toda política pública que no tenga en cuenta al concebido, pues la Vida se inicia en la concepción y nuestra Constitución Política la protege y favorece sin discriminación ni condición social. Desde este punto de vista, “la sociedad que no es capaz de defender la vida humana naciente, se va a la ruina”.

4.      Por otro lado, es contradictorio e incoherente que mientras  la sociedad peruana lucha contra la delincuencia, el sicariato, los secuestros, el feminicidio y busca que cesen los asesinatos, todavía existan movimientos y organizaciones con fuerte financiamiento económico que promuevan y atenten contra el concebido. Un ser totalmente inocente e indefenso, que no puede defenderse de sus agresores.

5.      Además, una nación no se construye con protocolos de muerte. Todos queremos el progreso y el bien del Perú, pero no se puede querer el progreso cuando dentro de un Estado se permite eliminar la vida de sus propios hijos.

6.      Un saludo fraterno y agradecimiento a los niños, jóvenes, varones y mujeres, ancianos, religiosos, religiosas y sacerdotes que han venido formando una sola familia, ¡porque somos una sola familia humana, hijos de Dios, hijos de la Vida!. La Iglesia y toda persona de buena voluntad que defiende la vida cuenta con ustedes y escucha su voz.

7.      Hermanos y hermanas, hagamos un compromiso con el pedido que nos hizo el Papa Francisco en su reciente visita a nuestra Patria: “no permitan que les roben la esperanza”. Es el momento de unirnos y continuar trabajando juntos por la defensa de la vida, de su dignidad, el bien común, la paz y el progreso de nuestro querido pueblo Peruano.

¡Viva La Vida!
¡Viva Cristo!
¡Viva  la Familia!


MIGUEL CABREJOS VIDARTE, O.F.M.
Arzobispo Metropolitano de Trujillo
Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana

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