Cada
año todos los fieles que visiten una iglesia franciscana en cualquier lugar del
mundo desde el mediodía de hoy, 1 de agosto, y todo el 2 de agosto, podrán
obtener la llamada indulgencia plenaria de la Porciúncula.
Este
don requiere además las condiciones habituales de confesión sacramental,
comunión eucarística y la oración por las intenciones del Papa.
En
declaraciones para ACI Prensa, el Hno. Gonzalo Cateriano, exprovincial de los
Franciscanos Capuchinos en el Perú, resaltó el “gran deseo de San Francisco de
Asís de que todas las almas se salven” y que los fieles “con piedad y devoción”
reciban la indulgencia cumpliendo las disposiciones de la Iglesia.
Señaló
además que “antiguamente era muy difícil que la Iglesia conceda indulgencias”
ya que solo se obtenían en peregrinación a algunos lugares como Tierra Santa,
por tanto es un gran regalo que San Francisco obtuvo por su amor a las almas.
“Ahora
el Perdón de Asis se puede obtener en todas las iglesias franciscanas del mundo
desde la víspera de la fiesta central” e invitó que todas las personas se
acerquen para recibirla.
La
concesión de la Indulgencia de la Porciúncula se dio en 1216, cuando San
Francisco partió para Perusa junto al hermano Maseo para ver al Papa Honorio
III, luego que una noche anterior el mismo Cristo y la Virgen rodeados de
ángeles se le habían aparecido en la capilla de Santa María de los Ángeles en
Asís.
En
este aparición, el santo le pidió al Señor le concediese una indulgencia a
cuantos visitasen la Iglesia dedicada a la Virgen bajo la advocación de María
de los Ángeles. El Señor aceptó y le ordenó que se dirigiese a Perusa, para
obtener del Papa el favor deseado. El Santo Padre concedió la gracia.
En
1966 el Papa Pablo VI publicó la Carta Apostólica “Sacrosancta Portiunculae
ecclesia” con ocasión del 750º aniversario de la concesión de la indulgencia de
la Porciúncula, donde expresó que “la institución de esta indulgencia sea
celebrado de manera que verdaderamente la Porciúncula sea aquel lugar santo
donde se consigue el perdón total y se hace estable la paz con Dios”.
Además
refiriéndose a las peregrinaciones que los fieles realizan hacia el lugar,
indicó que “quiera Dios que la peregrinación, transmitida durante siglos, a la
iglesia de la Porciúncula, que Nuestro mismo Predecesor Juan XXIII emprendió
con ánimo piadoso, no termine sino que más bien crezca continuamente la
multitud de los fieles que acuden aquí al encuentro con Cristo rico en
misericordia y con su Madre, que intercede siempre ante él”.
La
pequeña iglesia conocida como Porciúncula que San Francisco de Asís dedicó a
Santa María de los Ángeles, se encuentra dentro de la gran Basílica que lleva
el mismo nombre de esta advocación mariana. La Basílica data de los siglos XVI
y XVII.
Esta
iglesia fue la segunda morada del santo y de sus primeros hermanos, así como el
lugar donde la tarde del 3 de octubre de 1226, San Francisco falleció. Aquí
también el Domingo de Ramos de 1211 San Francisco recibió la consagración de
Santa Clara, dando origen a las clarisas.
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