domingo, 12 de abril de 2020

Día 28 de la cuarentena: La iglesia Doméstica celebra el Domingo de Resurrección (12.04.2020)


El Texto: Juan 20,1-9 o Lucas 24,13-35
13 Ese mismo día, dos de los discípulos iban a un pequeño pueblo llamado Emaús, situado a unos diez kilómetros de Jerusalén. 14 En el camino hablaban sobre lo que había ocurrido. 15 Mientras conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió caminando con ellos. 16 Pero algo impedía que sus ojo lo reconocieran. 17 El les dijo: «¿Qué comentaban por el camino?». Ellos se detuvieron, con el semblante triste, 18 y uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió: «¡Tú eres el único forastero en Jerusalén que ignora lo que pasó en estos días!». 19 «¿Qué cosa?», les preguntó. Ellos respondieron: «Lo referente a Jesús, el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y en palabras delante de Dios y de todo el pueblo, 20 y cómo nuestros sumos sacerdotes y nuestros
jefes lo entregaron para ser condenado a muerte y lo crucificaron. 21 Nosotros esperábamos que fuera él quien librara a Israel. Pero a todo esto ya van tres días que sucedieron estas cosas. 22 Es verdad que algunas mujeres que están con nosotros nos han desconcertado: ellas fueron de madrugada al sepulcro 23 y al no hallar el cuerpo de Jesús, volvieron diciendo que se les había aparecido unos ángeles, asegurándoles que él está vivo. 24 Algunos de los nuestros fueron al sepulcro y encontraron todo como las mujeres habían dicho. Pero a él no lo vieron».
25 Jesús les dijo: «¡Hombres duros de entendimiento, cómo les cuesta creer todo lo que anunciaron los profetas! 26 ¿No será necesario que el Mesías soportara esos sufrimientos para entrar en su gloria?» 27 Y comenzando por Moisés y continuando en todas las Escrituras lo que se refería a él.
28 Cuando llegaron cerca del pueblo adonde iban, Jesús hizo ademán de seguir adelante. 29 Pero ellos le insistieron: «Quédate con nosotros, porque ya es tarde y el día se acaba». El entró y se quedó con ellos. 30 Y estando a la mesa, tomó el pan y pronunció la bendición; luego lo partió y se lo dio. 31 Entonces los ojos de los discípulos se abrieron y lo reconocieron, pero él había desaparecido de su vista. 32 Y se decían: «¿No ardía acaso nuestro corazón, mientras nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?».
33 En ese mismo momento, se pusieron en camino y regresaron a Jerusalén. Allí encontraron reunidos a los Once y a los demás que estaban con ellos, 34 y estos les dijeron: «Es verdad, ¡el Señor ha resucitado y se apareció a Simón!». 35 Ellos, por su parte, contaron lo que les había pasado en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.

El contexto bíblico
Esta historia de los dos desconocidos discípulos de Jesús camino a Emaús se encuentro solo en el evangelio de Lucas. La muerte de Jesús les hizo perder su fe. Aparece Jesús y no lo reconocen. Les explica su situación a través de las Escrituras y su corazón empieza arder. “Al partir el pan” (=Eucaristía) con él recién lo reconocen. Mientras tanto ya se había aparecido también a los apóstoles en Jerusalén. Jesús les cambia su idea de Mesías.  Es la historia de un encuentro con Jesús en la meditación de la vida, de la biblia y la experiencia eucarística.
En el contexto actual
Nosotros somo como estos discípulos:
1.    Estamos preocupados por el Coronavirus, por la cuarentena prolongada, por nuestra vida y nuestra economía.
2.    Jesús se une a nosotros, aunque nos cuesta reconocerlo. Nos invita a buscarlo en la Biblia y en la Eucaristía, aunque sea espiritual y virtual.
3.    Es importante, que compartimos estas experiencias de un Jesús vivo.
¿Dónde está Jesús en la vida de nuestra familia, de cada uno de nosotros? ¿Tienes preocupación, frustración en tu fe?
¿Lees la biblia con frecuencia? ¿Asistes a la misa los domingos? ¿Por qué?

Prelatura de Caravelí, P. Reinaldo Nann, Obispo

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