Ceremonia
1. Preparar agua
bendita y un ramo verde de cualquier planta (si no hay dibujarlo o imprimirlo)
2. Canto de entrada
3. Leer la lectura de
la procesión: Mateo 21,1-11
4. Bendecir el ramo,
hacer una procesión por la casa bendiciendo a cada cuarto y colocando al final
el ramo en la puerta de entrada. Durante la procesión pueden cantar: Viva la
fe. Alabaré. El rey de reyes. Tu reinarás…
5. Leen la Pasión del
Señor: Mt 27,11-54, la reflexión y las peticiones que siguen.
6. Padre Nuestro y
bendición de los hijos. Canto final.
Reflexión
La
liturgia del domingo de Ramos nos presenta un doble alboroto y una doble
preocupación:
1. El alboroto de los
discípulos de Jesús y del pueblo de Jerusalén, cuando Jesús entra en la ciudad
montado sobre un burrito: Debe ser la antigua profecía de la llegada de un
Mesías humilde. Aquí está. Este alboroto lo tenía preocupado a los sacerdotes y
maestros de la ley: Otro falso Mesías. Podrían de haber disturbios y muertos.
2. El alboroto del
Pueblo en la Pasión de Jesús: Ahora gritan: “Crucifícalo”. El pueblo cambió de
opinión. Ahora Jesús es el malo, se han dejado convencer por los malos líderes.
Esto lo tiene preocupado a los discípulos. El Apóstol Pedro tiene miedo: niega
tres veces a su Maestro. Y los demás apóstoles han huido. Nadie menos Juan y
unas mujeres aguantan debajo de la Cruz.
Hoy
en el 2020 también estamos preocupados: Este Coronavirus cada día contagia a
mas personas y muchos han muerto. En países que tienen un sistema de salud
mucho mejor que nosotros hay mucho más muertos. El Perú es uno de los países
que ha reaccionado a tiempo. Los números de contagio suben menos por la
política del aislamiento social. No hay alboroto, porque todas las
concentraciones grandes están prohibidas.
Podría ser la primera vez en la historia desde la colonia, que en ningún
sitio del Perú hay misas y procesiones de Semana Santa. Todos estamos
preocupados, la iglesia tampoco quiere aumentar el peligro del contagio y está
colaborando en todo con el estado.
¿Y dónde
está el Señor de Ramos, donde está el Cristo de la columna, donde está el
Cristo Yacente, donde está la Virgen de los Dolores y el Cristo Resucitado? No
salen en procesión este año, pero ya están en medio de su pueblo.
Cristo
y María están con cada enfermo, con cada uno que sufre la cuarentena, con los
fallecidos y los dolientes. Porque este Virus es una cruz, la Cruz de Cristo,
que el mismo soporta y aguanta junto con nosotros.
El
Señor de Ramos aviva nuestra esperanza, que Jesús es este Mesías, que nos sacará
de esta crisis. El Resucitado nos da la esperanza, que esta crisis no dura para
siempre, sino que va a ver una nueva vida después del Virus, mejor que antes.
Por eso hoy día tenemos un ramo verde, signo de la esperanza y les invito
colocarlo en su puerta para que hable a todos de nuestra esperanza en el Señor.
El Señor va a estar con los médicos y enfermeras y con todos que luchan contra
este Virus. Va a ver vida después de esto.
¿Qué
más podemos hacer en esta semana santa tan particular?
Podemos
ver las liturgias por televisión o internet: claro que si, es muy bueno. Además,
podemos transformar nuestra familia en una iglesia doméstica. Colocar un altar
familiar en su casa, con imágenes, con la biblia. Leer las lecturas del día en
familia, compartir el mensaje de la lectura y orar juntos. La oración dará
fuerza a su familia de aguantar esta cuarentena. Les ayuda a perdonarse, cuando
se han peleado. Ayuda a los enfermos a sanar. A los dolientes a consolarse.
Ahora la iglesia está en la familia. Aprovechen el tiempo que tienen, para que
esta Semana Santa les traiga su bendición a su casa.
Normalmente
nos confesamos en la Semana Santa. Como Cristo ha muerto en la cruz para
salvarnos de nuestros pecados es el tiempo preciso para arrepentirse y ser
perdonado en la confesión. Pero este año no habrá colas en los confesionarios,
los fieles no pueden acercarse al sacerdote por la cuarentena. En este caso hay
una excepción: Hasta los pecados mas graves se te perdonan, cuando haces un
acto de contrición, un acto de arrepentimiento en tu casa. Dile tus pecados a
Dios, pídele perdón directamente a El. Después, cuando haya la oportunidad lo
regularizas y te confiesas ante al sacerdote. Pero esta vez el perdón lo
recibes ya, en un acto muy personal entre ti y tu Dios. Es una excepción
permitida por el catecismo de la iglesia.
Vive
tu semana santa en tu casa con emoción. Convierte tu casa en iglesia doméstica.
Encuentra tu salvación en Jesús. ¿Que te parece?
Peticiones
Oremos
a Dios, autor de nuestra salvación. Sabemos que Jesús ha venido en su nombre
para salvarnos de la muerte y del pecado. Le invocamos:
R:
Te rogamos, óyenos.
1. Por la iglesia
extendida por toda la tierra: para que en esta crisis ponga toda su confianza y
seguridad solo en Jesús, nuestro hermano y salvador. Oremos al Señor. R/
2. Por nuestro
gobierno y sus funcionarios: para que no se cansen de luchar contra la pandemia
y se sigan preocupándose por el bien y la salud de cada ciudadano. Oremos…
3. Por los que sufren
esta pandemia, los enfermos, el personal medico y policial y todos los que nos
sentimos encerrados en nuestras casas. Oremos
4. Por nuestras
familias para que se transformen en iglesias domésticas, encuentren su fuerza
en la oración y superen sus problemas. Oremos…
5. Por los que llevan
en su vida las marcas de la pasión de Jesús: para que descubran el valor
salvador del sufrimiento y experimenten el consuelo de sentirse unidos a la
muerte y el triunfo del Señor. Oremos…
Padre
de bondad, haz que la contemplación de los misterios de nuestra salvación tenga
efectos transformadores en nuestra manera de vivir. Por Jesucristo Nuestro
Señor.
Prelatura de Caravelí (P. Reinaldo Nann, Obispo)
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