lunes, 13 de abril de 2020

Carta a las Familias Católicas en la Prelatura de Caravelí:

Un altar familiar disponible en la prelatura
Constitúyanse como Iglesias Domésticas y entren en la Red
1.    ¿Por qué ahora las Iglesias Domésticas?
La emergencia sanitaria por el Coronavirus cambia profundamente la vida de la iglesia en todo el mundo desde inicios del 2020: En el Perú no podemos hacer misas ni reuniones públicas, muchos (también las parroquias) se quedan sin ingresos y las familias están en una especie de arresto domiciliario. La iglesia busca un vinculo virtual con las familias mediante la transmisión de sus misas y mensajes en los medios de comunicación, especialmente en redes sociales. Pero lo virtual no es suficiente, tenemos que reavivar la célula mas pequeña de la iglesia, que es la familia. Reavivarla significa transformarla en iglesia doméstica.

De hecho en los primeros siglos de la iglesia, cuando fue perseguida, las misas y reuniones se hacían en las casas. ¿Porque no volver a esta práctica, adaptándola a nuestra situación de emergencia sanitaria actual? Si la gente no puede salir de su casa, esta debe transformarse en iglesia doméstica.   
Antes muchas familias católicas rezaban diaria o semanalmente el rosario en casa. Por la televisión y la falta de tiempo, la mayoría dejaba esta costumbre. Ahora en la cuarentena, tenemos tiempo de sobra. ¿Por qué no retomar estas buenas costumbres?
Probablemente la crisis del Coronavirus va a durar todo el año 2020. Hay que buscar alternativas pastorales ya. Es interesante, que la gente realmente busca a Dios y si no pueden encontrarlo ni en el templo ni en el barrio, tendrá que ser la familia, que se hace lugar del encuentro con Dios y de ser iglesia. Y también después de este tiempo del Virus una parroquia sin familias siempre será una organización sin base ni alma.
2.    ¿Qué es una iglesia doméstica?
La Biblia y el catecismo nos dicen:   Cristo quiso nacer y crecer en el seno de la Sagrada Familia de José y de María. La Iglesia no es otra cosa que la "familia de Dios". Desde sus orígenes, el núcleo de la Iglesia estaba a menudo constituido por los que, "con toda su casa", habían llegado a ser creyentes (cf Hch 18,8). Cuando se convertían deseaban también que se salvase "toda su casa" (cf Hch 16,31; 11,14). Estas familias convertidas eran islotes de vida cristiana en un mundo no creyente. (1655)
El Concilio Vaticano II llama a la familia Iglesia domestica (LG 11; cf. FC 21). En el seno de la familia, "los padres han de ser para sus hijos los primeros anunciadores de la fe con su palabra y con su ejemplo, y han de fomentar la vocación personal de cada uno y, con especial cuidado, la vocación a la vida consagrada" (LG 11).
El Papa Francisco dice: (Amoris Leticia N°87): La Iglesia es familia de familias, constantemente enriquecida por la vida de todas las iglesias domésticas…la Iglesia es un bien para la familia, la familia es un bien para la Iglesia.
Resumen: La Iglesia existe en diferentes niveles y el nivel más pequeño pero fundamental es la familia. Allí se aprende a orar, a creer en Dios, a ayudar al prójimo. Los Padres a lo mejor no se sienten capaces, de dirigir una iglesia en su casa, pero todo se puede aprender. Las familias cercanas formarán una comunidad, varias comunidades formen una parroquia.

¿Qué hago, para que mi familia se transforme en Iglesia Domestica?
1.    Entronizo un altar familiar en la casa. Puede ser un retablo o simplemente una imagen de Jesús, de la Virgen o una cruz. Debajo o delante coloco mi biblia y una vela o una flor. Busco un lugar tranquilo y con espacio, para que la familia se puede reunir delante de este altar familiar en un medio-circulo.
2.    Me comprometo a hacer oración en familia: Por lo menos una vez a la semana una media hora, compartiendo el evangelio del domingo y orando juntos. También asistiremos a la misa dominical, aunque sea virtualmente en tiempos de cuarentena. Por lo menos dos de la familia deben de participar.
3.    Colaboro con los vecinos más pobres, trabajos comunales y según mis posibilidades hago un aporte económico mensual a la parroquia.
4.    Entro en la red:  Me inscribo con el responsable para las Iglesias domésticas en la parroquia proporcionando los siguientes datos: Nombres, Apellidos y edad de cada miembro del hogar. Parroquia y barrio/pueblo al que pertenece. Un teléfono e email para recibir una comunicación mensual con impulsos para la iglesia doméstica. Si no encuentro con quien en la parroquia puedo inscribirme directamente en la Prelatura también. En cualquier momento puedo renunciar a mi inscripción.
5.    No hay más requisitos. No se necesita ser bautizado ni casado, lo importante es querer empezar un camino.
Puedes informarte e inscribirte en tu parroquia con: el párroco, responsable parroquial o secretaria.

Puedes inscribirte en la prelatura al siguiente mail: obispo_caraveli@hotmail.com o al whatsapp del obispo: 969961661
En la esperanza, que pronto inscriba su hogar Le bendiga a Ud y toda su familia

Caravelí, 12.04.20                                                             +Reinaldo Nann, Obispo

¡Se están cerrando las iglesias, pero ella resucita en las familias. ¡Cristo Vive!

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