24-07-2014
Ha sido un encuentro lleno de emoción. Meriam Ibrahim, su marido Daniel y sus hijos Martin y Maya, estuvieron con el Papa en Santa Marta.
La joven madre fue condenada a muerte en Sudán por convertirse al cristianismo. En unos días viajará a Estados Unidos pero antes se ha reunido con Francisco. El Papa, mientras acariciaba tiernamente a Maya, la hija pequeña de Meriam nacida en la cárcel, le ha agradecido su valor.
“Quiero darle las gracias por su testimonio cristiano. Gracias por el ejemplo que nos ha dado a todos”.
Meriam llegó pocas horas antes a Italia, procedente de Jartum, en Sudán (del Norte). Estuvo acompañada por varias autoridades italianas.
La joven y su marido han contado al Papa el calvario por el que han pasado desde que un familiar de Meriam la acusara por haberse casado con un cristiano. Fue condenada a muerte el 15 de mayo, cuando estaba embarazada de 8 meses.
En prisión, dio a luz con las piernas encadenadas. Recordar estos duros momentos ha hecho que broten de nuevo las lágrimas en el rostro de la pareja. Por eso, el Papa ha pedido a los cámaras de televisión que parasen de grabar el encuentro.
“¿Podemos terminar?”
El Papa ha saludado además a las autoridades italianas que acompañaban a la familia de Meriam. Después, ha regalado unos rosarios al matrimonio y les ha acompañado hasta la puerta de Casa Santa Marta.
Francisco, conmovido por el encuentro, ha acariciado de nuevo a los pequeños y ha despedido a Meriam y a su familia.
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