CONFERENCIA EPISCOPAL
PERUANA
PROTOCOLO PARA EL CULTO
RELIGIOSO
EN TIEMPOS DE LA PANDEMIA
I. Motivación
Los Obispos del Perú, en fidelidad a la misión que
Jesucristo nos ha confiado: anunciar el Evangelio, impartir los Sacramentos,
especialmente la Eucaristía, y formar a la comunidad cristiana, queremos
atender la salud espiritual de los fieles que el Señor ha confiado a nuestro
cuidado pastoral, convencidos de que la dimensión espiritual contribuye a la
fortaleza en la prueba, a la fraternidad y a la vida social.
En todo este tiempo de emergencia sanitaria hemos
acatado y apoyado las medidas establecidas por el Gobierno para evitar la propagación
de esta pandemia. Estas medidas, evidentemente, no niegan ni impiden la
libertad de expresar nuestras convicciones religiosas que necesitamos ofrecer a
Dios.
Con la finalidad de cuidar la vida y la salud
espiritual de todos nuestros fieles, la Conferencia Episcopal Peruana, ha
preparado el presente Protocolo a tener en cuenta en la celebración de la
Eucaristía y de los demás sacramentos, las reuniones y actividades de las
parroquias, observando las medidas de higiene y bioseguridad, en un marco de
caridad y solidaridad, camino al restableciendo normal de las funciones religiosas.
II. Fases de aplicación
Fase 1: Terminada la cuarentena, se permitirá a los fieles asistir a los
templos para las celebraciones eucarísticas dominicales y diarias, pero no de
manera masiva, sino en grupos pequeños de acuerdo al espacio del templo,
guardando el distanciamiento social requerido; además, observando el protocolo
adjunto, con exigencia estricta.
Fase 2: Restablecer las reuniones de formación catequética y pastoral,
conservando estrictamente las normas y criterios organizativos y sanitarios –aforo,
higiene, distancia- y las medidas que se refieren a continuación.
Fase
3: Retomar la vida pastoral ordinaria, teniendo en cuenta las medidas que fueren
necesarias hasta que se encuentre la solución médica a esta pandemia.
III. Disposiciones Generales
1. Ante esta situación, se prorroga la dispensa del
precepto dominical a los fieles de edad avanzada,
enfermos o en situación de riesgo, y se les invita a valorar la conveniencia de no
salir de sus domicilios.
2. Los templos y capillas se abrirán para ofrecer
el culto público, como la celebración de la
Santa Misa y demás sacramentos, la celebración de la Palabra de Dios, la
adoración del Santísimo y el rezo del Santo Rosario, observando estrictamente las normas gubernamentales establecidas.
3. La participación en el culto público es
limitada. Se debe cuidar la distancia de dos (02) metros entre persona y
persona.
4. Al ingreso de los templos se controlará el aforo
de personas; una vez que hayan ingresado se las distribuirá en los espacios
señalados previamente.
5. Los templos deben estar cuidadosamente
desinfectados, limpios y ventilados. Al final de cada celebración se deben
desinfectar bancas, sillas y objetos litúrgicos.
6. Donde sea necesario, mientras dure la emergencia,
se recomienda la realización del culto al aire libre, cuidando siempre la
dignidad de los sacramentos.
7. Habilitar una alfombra húmeda con agua y lejía al
ingreso del templo, para que los fieles al ingresar desinfecten sus zapatos de
manera obligatoria.
IV. Disposiciones para la Celebración
Eucarística
Los fieles
8. Deben lavarse las manos con agua y jabón o
desinfectarlas con alcohol antes de ingresar al templo;
donde sea posible, se debe usar el medidor de temperatura infrarrojo.
9. Se suprime el uso del agua bendita.
10. No se permite tocar ni besar las imágenes
sagradas.
11. Para la ofrenda de los fieles se colocarán
alcancías a la salida del templo.
12. Durante la celebración de la Misa, el copón, el
cáliz y la patena deben estar cubiertos con una
tela apropiada.
13. El saludo de la paz, que es facultativo, se
sustituirá por otro gesto evitando el contacto directo.
14. La distribución de la Eucaristía se realizará en
silencio.
15. Se recomienda que para la animación de la
celebración eucarística haya un solo cantor o músico.
El celebrante
16. El sacerdote celebrante y sus ayudantes deben
desinfectarse las manos antes de la distribución de
la sagrada comunión y colocarse la mascarilla.
17. En las parroquias donde el sacerdote es un
adulto mayor, se deben establecer ministros
extraordinarios de la distribución de la sagrada comunión para que sean ellos los encargados de dar la comunión a los
fieles.
18. En el caso de concelebraciones, la comunión será
por intinción de tal modo que el último comulgante purifique el cáliz.
V. Disposiciones para los demás sacramentos
19. Considerando que los sacramentos del Bautismo,
Primera Comunión, Confirmación y Matrimonios requieren de cercanía física,
deben observarse de manera especial las normas antes indicadas y en lo posible
postergar estas celebraciones, al menos durante la primera fase.
20. Para la celebración del Bautismo se debe usar el rito breve y evitar el contacto con
el bautizando. Para la unción con el óleo y el crisma se debe usar algodón el cual
se incinerará inmediatamente terminada la celebración.
21. Para el Sacramento de la Penitencia, es obligatorio el uso de la mascarilla. Se debe
evitar la aglomeración de personas, manteniendo el distanciamiento social. En
lo posible, realizar el sacramento en un ambiente amplio y ventilado, asegurando
la confidencialidad.
22. Para la Confirmación, en el momento de la crismación se puede utilizar
un algodón o bastoncillo, como se ha indicado en el caso del Bautismo.
Obsérvese la higiene de manos entre cada contacto, cuando haya varios
confirmandos.
23. Para el Matrimonio, los anillos, arras, etc., deberán ser
manipulados exclusivamente por los contrayentes. Manténganse la debida
prudencia al momento de la firma de los contrayentes y los testigos, así como
en la entrega de la documentación correspondiente.
24. Para la Unción de los enfermos, se debe usar el rito breve. Los sacerdotes ancianos
no deben administrar este sacramento. Para el caso de pacientes con Covid19,
obsérvense las indicaciones de protección indicadas por las autoridades
sanitarias.
25. Para la atención pastoral de los enfermos, habitantes
en asilos, los ancianos solitarios y los moribundos se deben seguir las normas
sanitarias establecidas.
26. Para las exequias de difuntos, se seguirán los mismos criterios de la Misa dominical.
Aunque sea difícil en esos momentos de dolor, insistir en evitar los gestos de
afecto que implican contacto personal y la importancia de mantener la distancia
de seguridad.
VI. Otras disposiciones
27. Para la oración y adoración del Santísimo se deben
seguir las pautas indicadas evitando la concentración de fieles. Previamente,
deben estar debidamente señalados los lugares a ser ocupados por los
fieles.
28. No se debe permitir la participación de las
bandas de músicos en los templos.
29. Se suspenden también las procesiones dentro y
fuera del templo.
30. No se deben permitir las visitas turísticas en
los templos, hasta nuevo aviso.
31. Para las reuniones de grupos parroquiales,
obsérvese rigurosamente las normas sanitarias
establecidas por el Gobierno.
La Presidencia de la Conferencia Episcopal
Peruana, presenta este Protocolo para el cumplimiento en todas las
jurisdicciones, teniendo en cuenta que cada Obispo en su jurisdicción tiene la
autoridad competente para normar más al detalle este protocolo.
Lima, 04 de mayo del 2020
Consejo Permanente de la
Conferencia Episcopal Peruana
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