Martes 19 May 2020 | 09:15 am
Bogotá (Celam) (AICA): El presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam),
monseñor Miguel Cabrejos Vidarte, presentó el documento titulado, “San Juan
Pablo II y América Latina, memoria y gratitud a 100 años de su nacimiento” con
el que rindió homenaje al papa San Juan Pablo II, al cumplirse cien años de su
nacimiento este 18 de mayo.
En sus 27 años de pontificado San
Juan Pablo II, se constituyó en un personaje que marcó la historia del Siglo XX
y la historia de la Iglesia universal, así como las relaciones entre la Santa
Sede y América Latina.
San Juan Pablo II fue una figura que
se destacó entre todos los personajes del mundo contemporáneo, situando a la
Iglesia en un rol decisivo en el marco de la historia de la humanidad.
A pesar de que las circunstancias de la época que le correspondió vivir, en gran parte marcada por la guerra fría, la influencia del Vicario de Cristo tocó las fibras más profundas de l mundo con sus gestos, pronunciamientos y documentos que hacen parte de su rico magisterio.
A pesar de que las circunstancias de la época que le correspondió vivir, en gran parte marcada por la guerra fría, la influencia del Vicario de Cristo tocó las fibras más profundas de l mundo con sus gestos, pronunciamientos y documentos que hacen parte de su rico magisterio.
Fue valiente al pronunciarse ante las
injusticias de los regímenes y llevó la esperanza de sus palabras a los
rincones más inesperados del mundo; donde tuvo la capacidad de hacerse
peregrino, el pastor amado y esperado, capaz de defender los principios básicos
sobre los cuales se edifica la fe cristiana.
El peregrino
San Juan Pablo II fue peregrino desde
los primeros meses de su pontificado, rompió muchos protocolos que un Papa debe
seguir y salió de su diócesis para visitar a los que más lo necesitaban.
Con ello marcó lo que sería su
pontificado, una dinámica relación con la misma Iglesia y el mundo secular lo
que le imprimió un carácter orgánico y sistemático a su manera de ejercer el
papado.
Llevó a todos los rincones del mundo
el anuncio del Evangelio, llevando consigo la misma naturaleza de la Iglesia,
su carácter misionero. Para él la misión tiene una primacía sobre cualquier
otra forma de anunciar a Cristo. Vivió y enseñó la espiritualidad del
encuentro, convencido de que siempre surgiría algo bueno de eso. Esta era una
de las tesis básicas de su pontificado, por eso, con razón se le llama “el Papa
peregrino”.
El teólogo
Y cuando inició sus viajes fue un
gran placer que viniera a Puebla en 1979 a inaugurar la Tercera Conferencia
General del Episcopado Latinoamericano. Su discurso tuvo un gran impacto no
solo en América Latina, sino también en el mundo y generó diversos frutos. Su
discurso, inspirado por la exhortación apostólica postsinodal Evangelii
nuntiandi se centró en tres grandes temas: la verdad sobre Cristo, la verdad
sobre la misión de la Iglesia y la verdad sobre el hombre.
Al referirse a la teología de la
liberación rechazó ciertas formulaciones, pero nunca condenó el movimiento, ya
que creía que la verdadera liberación venía de la promoción de hombres libres y
no de una liberación política y porque la Iglesia no podía reducirse a una agencia
política o sociocultural.
Igualmente rechazó la amenaza del
neopentecostalismo al interior de la Iglesia y en su discurso durante la XIX
Asamblea Ordinaria del Celam propuso una nueva evangelización: “nueva en su
ardor, sus métodos y sus expresiones”.
El escritor
Sin duda el papa San Juan Pablo II
fue un gran poeta y escritor. Su manera de reflexionar sobre la vida del hombre
y la Iglesia lo llevó a estar un paso adelante de la historia del mundo, es
decir, fue todo un visionario. Escribió 14 encíclicas, 15 exhortaciones
apostólicas, 11 constituciones, 45 cartas apostólicas 5 libros y miles de
discursos.
A nuestro continente le dedicó la exhortación apostólica postsinodal “Ecclesia in América”, donde abordó temas sociales como la deuda externa, la corrupción, el comercio y el consumo de las drogas, la destrucción ecológica, entre otras. El Papa denunció cada dificultad y motivó la instrumentación de una nueva globalización, basada en la solidaridad y la atención a los marginados.
A nuestro continente le dedicó la exhortación apostólica postsinodal “Ecclesia in América”, donde abordó temas sociales como la deuda externa, la corrupción, el comercio y el consumo de las drogas, la destrucción ecológica, entre otras. El Papa denunció cada dificultad y motivó la instrumentación de una nueva globalización, basada en la solidaridad y la atención a los marginados.
Una luz para el mundo
En sus viajes a Latinoamérica mucha
gente lo siguió por sus palabras de aliento y su deseo de llevar el Evangelio a
los marginados, pobres, mineros, campesinos, los indígenas y sobre todo a los
jóvenes.
Ante las transiciones de dictadura a
las democracias en América Latina, siempre defendió los derechos humanos y la
protección legal de las minorías especialmente en países como El Salvador,
Guatemala, Chile, Paraguay y Cuba; donde la prensa no dudó en calificar su
presencia como “los cinco días que cambiaron la isla”.
El amor a la Virgen
Sin temor a equivocarnos San Juan
Pablo II dedicó su vida apostólica a María. Desde su vida como Papa visitó a la
Virgen de Guadalupe en México, estuvo presente en diversos santuarios marianos
e incluso canonizó a San Juan Diego el 31 de julio de 2002. Fue un papa
mariano.
El papa Juan Pablo II siempre estuvo
pendiente de sus hermanos obispos de todo el mundo y entre ellos de organismos
como el Consejo Episcopal Latinoamericano.
Gran pensador, apasionado por las
almas y sobre todo por esa opción preferencial por los pobres y un gran
comunicador de la buena nueva. Siempre recordaremos y llevaremos en el corazón
ese lema que marcó su entrega a la Virgen María, al pueblo de Dios y su
servicio a la Iglesia: ”Totus tuus, ego sum” (Yo soy todo tuyo).
El documento puede consultarse en
forma exhaustiva en el sitio web https://prensacelam.org/ +.
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