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Según
autoridad eclesiástica en cada lugar
MAYO 05, 2020 12:34ALEJANDRO VÁZQUEZ-DODEROIGLESIA CATÓLICA
(zenit – 5 mayo 2020).-
Hace relativamente poco celebrábamos la institución del sacramento del Orden
rememorando la Última Cena –junto con el sacramento de la Eucaristía–. Era el
Jueves Santo.
Según dispone el can. 1.008 “Mediante
el sacramento del Orden, por institución divina, algunos de entre los fieles
quedan constituidos ministros sagrados, al ser marcados con un carácter
indeleble, y así son consagrados y destinados a apacentar el pueblo de Dios (…)”.
Auténtica vocación –llamada de Dios–
a servir al prójimo, en plena identificación con Jesucristo, sumo y eterno
Sacerdote. Llamada que será verificada por la idoneidad del candidato,
confluyendo tres voluntades para su Ordenación: la de Dios, la del ordinario de
quien dependa y la del propio ordenando.
Aplazamiento de las Ordenaciones
En alguna diócesis o circunscripción,
antes de la explosión de la pandemia, habría previstas celebraciones de Ordenaciones
diaconales o presbiterales y quizá se estuviera barajando donde correspondiera
la posibilidad de unas episcopales –los tres grados del sacramento al que nos
referimos–.
Esas celebraciones son
acontecimientos muy especiales y naturalmente requieren previsión y una
esmerada preparación previa.
La Ordenación consiste en un rito
celebrado en el seno de una Misa solemne. En esencia comprende la imposición de
las manos por parte del obispo celebrante y la oración consecratoria que los
libros litúrgicos prescriben para cada grado.
Tendrá lugar en una iglesia u
oratorio y serán invitados clérigos y otros fieles, de forma que asistan a la
celebración el mayor número posible (can. 1.011). En esta disposición
encontramos una razón clara que a fecha de hoy aconsejaría aplazar la
celebración en muchos lugares, habida cuenta la prohibición de aglomeraciones y
el prudente distanciamiento social que habrá que observar.
Siempre según señale la autoridad
En todo caso se atenderá a lo
señalado por la autoridad eclesiástica en cada lugar y en cada momento. Hay
obispos que han dispuesto la no celebración de estas ceremonias hasta que cesen
las medidas de confinamiento. Aunque también hay quienes han optado por
tenerlas, a puerta cerrada y con número limitado de asistentes,
transmitiéndolas vía streaming para el gran público.
El sentido común, la prudencia y
ponderación de oportunidad habrán regido esas decisiones. Y siempre con sumo
respeto y acatamiento a lo dispuesto por la autoridad civil.
Hasta aquí la serie de breves
consideraciones sobre los sacramentos y la COVID-19 que hemos ido haciendo
durante las últimas semanas. Este de hoy, el del Orden, gracias a Dios está muy
presente en muchas almas, que rezan porque haya más vocaciones y las apoyan de
mil modos.
No en vano, desde muchas instancias
periódicamente se convocan jornadas de oración por las vocaciones, para que el
Señor envíe obreros a su mies y la Iglesia pueda ser servida como merece. Y así
cuente sobradamente con quienes dispensen los misterios insondables del amor de
Dios.
Alejandro Vázquez-Dodero Rodríguez
Doctor en Derecho Canónico y capellán
del Colegio Tajamar de Madrid
MAYO 05, 2020 12:34IGLESIA CATÓLICA
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