Lectura
del santo evangelio según san Marcos 3,1-6
En aquel
tiempo, entró Jesús otra vez en la sinagoga, y había allí un hombre con
parálisis en un brazo. Estaban al acecho, para ver si curaba en sábado y
acusarlo.
Jesús le dijo al que tenía la parálisis: «Levántate y ponte ahí en medio.»
Y a ellos les preguntó: «¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer lo bueno o lo malo?, ¿salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?»
Jesús le dijo al que tenía la parálisis: «Levántate y ponte ahí en medio.»
Y a ellos les preguntó: «¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer lo bueno o lo malo?, ¿salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?»
Se
quedaron callados. Echando en torno una mirada de ira, y dolido de su
obstinación, le dijo al hombre: «Extiende el brazo.»
Lo
extendió y quedó restablecido. En cuanto salieron de la sinagoga, los fariseos
se pusieron a planear con los herodianos el modo de acabar con él.
Reflexión
del Evangelio de hoy
Su nombre
significa Rey de Paz
El autor
de la carta a los Hebreos va a explicar en la lectura de hoy un tema que ya
había introducido antes Hb, 2,17; sobre el sacerdocio de Cristo: Jesús es sumo
sacerdote misericordioso y fiel, pero diferente al sacerdocio levítico, porque
procede de Melquisedec. Según el relato del Génesis (14,18-20), Melquisedec,
rey de Salem, sacando pan y vino, como era sacerdote del Dios altísimo, bendijo
a Abraham diciendo: “Bendito es Abraham del Dios altísimo, el dueño de cielos y
tierra, y bendito sea el Dios altísimo, que ha puesto a tus enemigos en tus
manos”. Y le dio Abraham el diezmo de todo. Este pasaje y el de Sal 110,4 son
los únicos del Antiguo Testamento en los que aparece este personaje extraño
llamado Melquisedec. Él es rey de Jerusalén, de ahí que sea llamado rey de paz
y de justicia, y al mismo tiempo sacerdote. Desconocemos su procedencia,
su suerte posterior, por lo que el autor concluye que Melquisedec no ha
tenido padre ni madre, que no ha nacido, ni ha muerto, se asemeja al Hijo de
Dios, y en consecuencia permanece sacerdote para siempre.
El punto
de partida es, claro, este personaje le sirve al autor para explicar que el
auténtico sacerdocio, el que viene de Dios, es anterior al sacerdocio levítico.
Melquisedec es, una prefiguración del sacerdote eterno, un esbozo
imperfecto de lo que
Jesús
viene a realizar y cumplir. El sacerdocio de Cristo es incomparable, ya que su
sacrificio definitivo por amor a la humanidad, lo convierte en un sacerdocio
eterno. Después del establecimiento del sacerdocio perfecto, el antiguo carece
de razón de ser. No se trata solamente de establecer la originalidad del
sacerdocio de Cristo, sino su valor exclusivo. Perfecto, eterno,
misericordioso, fiel.. son calificativos que solo podemos aplicar a Cristo.
Levántate
y ponte ahí en medio
Estamos
en la primera parte del evangelio de Marcos dónde los distintos personajes que
se congregan en torno a Jesús reaccionan ante sus palabras y sus acciones de
manera muy diferente. En esta ocasión, como en otras anteriores, son los
fariseos, la gente buena y que se cree perfecta, la que espera que Jesús
realice algún signo que vaya contra la Ley de Moisés.
Una vez
más el día es sábado y el lugar la sinagoga de Cafarnaúm. En este ambiente de
celebración religiosa, el evangelista nos dice que allí se encontraba un hombre
que tenía la mano paralizada, un enfermo, al que parece que todo el mundo
ignora, porque en quién realmente se fijan las autoridades religiosas es en
Jesús. El motivo es claro, lo único que les mueve es poder acusarle. La gente
lo había manifestado la primera vez que Jesús enseñaba en la sinagoga, “este
habla con autoridad, no como los escribas y fariseos y trae una doctrina nueva”
(Mc 1,27). La novedad que trae Jesús supera, la ley, el sábado y cualquier
precepto que no ponga en el centro de la vida, al ser humano, especialmente al
que sufre, al oprimido, al que se deja al margen…incluso de Dios. Por eso Jesús
invita a la persona a ponerse en medio, para ser vista, para ser compadecida.
Pero la pregunta se la hace a los fariseos, el enfermo no pide nada, se deja
hacer por el Señor, sabe esperar y tal vez confía en que Jesús hará algo. ¿Qué
está permitido hacer en sábado? La respuesta es evidente, lo bueno, salvar al
que sufre, no dejar a nadie morir a la intemperie, en la desolación…eso es lo
bueno. Ante la evidencia uno calla, los fariseos han sido descubiertos, se han
quedado sin palabra que responder.
Jesús
reacciona como un ser humano: airado frente a la dureza de corazón de
esos letrados capaces de poner la ley por encima de la persona y hacer de ella
norma y cumplimiento vacío y sin corazón; dolido ante la incapacidad de
abrir sus mentes a comprender quién es él, el Mesías que trae el Reino e
interpreta la ley como salvación y liberación de todo ser humano. Por eso,
Jesús obra el milagro y la mano queda restablecida. Está claro que el signo
lejos de ablandar el corazón de los fariseos, estos van a tomar una decisión
que marcará el destino de Jesús y el nuestro. Ellos se confabulan con aquellos
que consideran sus enemigos, los herodianos, partidarios de Herodes Antipas,
para matar a Jesús. El camino del Maestro ya está señalado, las autoridades
religiosas, no aceptan ni comprenden el mensaje de vida, de esperanza y
salvación que trae para todos, prefieren quedarse en lo conocido que abrirse a
la novedad del Mesías, que trae la buena noticia, que habla con autoridad y es
capaz de transformar la vida del ser humano. ¿Estamos dispuestos/as a
abrirnos a la novedad de Jesús?
Hna. Carmen Román Martínez O.P.
Congregación de Santo Domingo
Congregación de Santo Domingo
https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/23-1-2019/
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