El problema: El
Ministerio de Educación del Perú quiere introducir en el currículo el “enfoque
de género”, con ello se quiere luchar contra el
machismo y la desigualdad entre el hombre y la mujer y lograr una mayor
tolerancia en el trato con personas no-heterosexuales. Ambos objetivos son
válidos y necesarios, pero también desde una perspectiva creyente, porque la
discriminación y violencia, que existe contra la mujer y contra las minorías
LGTB deben de ser erradicadas, tomando en cuenta el punto de vista del Catecismo
Católico.
Sin
embargo, existen grandes grupos dentro de la iglesia católica y la gran mayoría
de los evangélicos en el Perú, que suponen y sospechan, que detrás de este
enfoque de género hay una ideología, que llaman “Ideología de género”. Así
mismo, que esta ideología pretende, que cada individuo puede y debe decidir, si
quiere ser masculino, femenino o neutro. Creen, que esta ideología va a
homosexualizar a sus hijos. Curiosamente nadie se autoproclama miembro o
defensor de esta ideología, parece más bien una etiqueta falsa, de un producto,
del cual nadie quiere ser el autor. El movimiento contra la ideología de género
se ha articulado en el colectivo “Con mis hijos no te metas.”
A
mí me parece, que para opinar sobre un tema desde la fe cristiana hay que
intentar primero de entender bien el tema. Si no vamos a seguir con un diálogo
de sordos, atacándonos sin piedad y nunca llegando a entendernos.
Explicación: Según
Wikipedia la “perspectiva de género” o el “enfoque de género” es una categoría
analítica, que permite expresar, que la diferencia entre el hombre y la mujer
no es solamente lo biológico (esto enfoca más bien la palabra “sexo”). También
hay roles sociales para hombres y mujeres, y esos roles sociales han creado una
falsa subordinación de la mujer ante el varón, que tiene que ser superada. Detrás
de esto está un feminismo válido, que quiere la “igualdad de género”, o
simplemente iguales oportunidades para hombres y mujeres, lo que es
perfectamente compatible con el mensaje bíblico y el Catecismo Católico. Sin
embargo, hay corrientes más radicales, que incluyen en el término género
también a toda la comunidad LGTB y piden para ellos los mismos derechos que
para los heterosexuales. Algunos creen, que la biología no importa para nada,
todo es cuestión de la sociedad y por eso uno puede cambiar de género o elegir
su género libremente.
Resumen:
“Sexo”
Expresa nuestra identidad biológica. Cada célula es
masculino o femenino. Los órganos sexuales definen nuestra identidad sexual.
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“Genero”
Expresa nuestra identidad social. La sociedad forma
ciertos roles o estereotipos, que en el pasado han contribuido a una
desigualdad (machismo). Estos roles pueden y deben cambiar y adaptarse a los
cambios, que hay en la sociedad.
|
Conclusión: La
verdad es que ambas cosas existen y se trata de mantener un sano equilibrio
entre lo biológico y lo social. Quien niega la biología como base y sólo cree
en lo social sería un extremista “generista”. Pero también el que sólo valora
lo biológico sin tomar en cuenta el rol social sería un extremista biologista.
El hombre en verdad es ambos: ser biológico y ser social. Tiene sexo y tiene
género. Son dos aspectos de nuestra identidad sexual.
Por
eso hablar de género sin absolutizar su influencia en el ser humano no es
“ideología de género”. Esto empieza recién, cuando se niega la biología y postula
que el género es lo único que vale. Bajo esta perspectiva de mantener el equilibrio
me parece totalmente lícito, de hablar de un “enfoque de género” y de “igualdad
de género” en la educación. Porque en el sexo o en la biología no somos
iguales. Pero nuestro rol social debe valer igual, la sociedad debe tratar de
igual a igual a hombres y mujeres.
Tareas para la iglesia:
1.
Diferenciar nuestro
lenguaje: No condenar cualquier uso de la palabra “género” como “ideología de
género”. No reemplazar la palabra sexo con la palabra género, sino usar cada
uno en su contexto.
2.
Valorar lo
positivo, que hay en el “enfoque de género” y apoyar a las iniciativas contra
el machismo, el feminicidio y cualquier discriminación de grupos vulnerables.
3.
Estar atentos y
señalar las posibles exageraciones del “enfoque de género”. La identidad sexual
es algo, que el niño y el joven van descubriendo y desarrollando poco a poco.
Pero a base de la biología como don de Dios y no eligiendo libremente nuestra
identidad sexual, como si lo biológico no existiera.
Espero
poder contribuir un poco con este texto para un entendimiento mejor,
facilitando un verdadero diálogo entre la iglesia y la sociedad para servir
mejor a la formación y educación sexual de los niños y jóvenes.
Enero
de 2019 Reinaldo
Nann, obispo de Caravelí.
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