viernes, 27 de noviembre de 2020

Boletín para las Iglesias Domésticas en la Prelatura de Caravelí y amigos N° 40 Primer Domingo de Adviento, 29 de noviembre

1.   Editorial

Este domingo empezamos el tiempo de Adviento, es decir nos preparamos para la venida del Señor. Podemos comprar o construir una corona de adviento, con sus 4 velas. Cada domingo se va a encender una vela más. También podemos empezar a preparar un nacimiento en la casa y en la iglesia. Generalmente ya están abiertas las iglesias en el Perú para participar en la misa, con todas las medidas de bioseguridad. No se olviden, que deben de tener su mascarilla puesta, la pueden sacar solo en el momento de la comunión. Un feliz tiempo de adviento les desea

Su Obispo Reinaldo Nann

2.    Celebración

Preparar: Altar familiar, pueden encender la primera vela de la corona de adviento y/o empezar a preparar el nacimiento

Canto de entrada:  Hoy se enciende una llama https://youtu.be/ukIbp9Wqj_Q

MONICIÓN

Hermanos y hermanas: Con mucha alegría e ilusión comenzamos un nuevo Año Litúrgico celebrando el 1º Domingo de Adviento. La liturgia de hoy nos invita a la esperanza en la salvación y la confianza en la ayuda divina. Estamos invitados en este tiempo a velar, vigilar, esto no significa solo estar despiertos sino activos en la fe que obra por la caridad, configurándonos con Jesús y su estilo de vida.

Saludo: En el nombre del Padre…

ACTO PENITENCIAL

C. Porque hemos preferido nuestra tiniebla a tu luz: Señor, ten piedad.                  R. Señor, ten piedad.

C. Porque vivimos despreocupados sin pensar en tu venida: Cristo, ten piedad.        R. Cristo, ten piedad.

C. Porque no hemos hecho caso de tu llamada a la vigilancia: Señor, ten piedad. R. Señor, ten piedad.

No se dice: Gloria

ORACIÓN Concede a tus fieles, Dios todopoderoso, el deseo de salir acompañados de buenas obras al encuentro de Cristo que viene, para que, colocados a su derecha, merezcan poseer el reino de los cielos. Por nuestro Señor Jesucristo.

Lectura del libro de Isaías 63, 16b-17.19b; 64, 2b-7

Tú, Señor, eres nuestro padre, desde siempre te invocamos como «Nuestro redentor». Señor, ¿por qué permites que nos desviemos de tus caminos y endureces nuestro corazón para que no te respetemos? Cambia de actitud, por amor a tus siervos y a las tribus que te pertenecen. ¡Ojalá rasgases el cielo y bajases, derritiendo los montes con tu presencia! Bajaste, y los montes se derritieron con tu presencia. Jamás oído oyó, ni ojo vio un Dios, fuera de ti, que hiciera tanto por el que espera en él. Sales al encuentro del que practica gozosamente la justicia y se acuerda de tus caminos. Estabas enojado, porque habíamos pecado: aparta nuestras culpas, y seremos salvos. Todos éramos impuros, nuestra justicia era como paño inmundo. Todos nos marchitábamos como si fuéramos hojas: nuestras culpas nos arrastraban como el viento. Nadie invocaba tu nombre ni se esforzaba por aferrarse a ti; pues nos ocultabas tu rostro y nos entregabas al poder de nuestra culpa. Y, sin embargo, Señor, tú eres nuestro padre, nosotros la arcilla y tú el alfarero: somos todos obra de tu mano. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

Salmo (79)

R. Señor, Dios nuestro, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.

– Pastor de Israel, escucha, tú que te sientas sobre querubines, resplandece. Despierta tu poder y ven a salvarnos. / R.

– Dios de los ejércitos, vuélvete: mira desde el cielo, fíjate, ven a visitar tu viña, la cepa que tu diestra plantó, y que tú hiciste vigorosa. / R.

– Que tu mano proteja a tu escogido, al hombre que tú fortaleciste. No nos alejaremos de ti; danos vida, para que invoquemos tu nombre. / R.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 1,3-9

Hermanos: A ustedes gracia y paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. En mi acción de gracias a Dios los tengo siempre presentes, por la gracia que Dios les ha dado en Cristo Jesús. Pues por medio de él han sido enriquecidos en todo: en el hablar y en el saber. El testimonio sobre Cristo se ha confirmado en ustedes, hasta el punto de que no les falta ningún don a los que aguardan la manifestación de nuestro Señor Jesucristo. Él los mantendrá firmes hasta el final, para que no tengan de qué acusarlos en el día de la venida de nuestro Señor Jesucristo. Porque Dios es fiel, y él los llamó a vivir en comunión con su Hijo, Jesucristo, Señor nuestro. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

Aleluya

Lectura del santo evangelio según san Marcos 13, 33-37 R. Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Estén despiertos y vigilantes: pues no saben ustedes cuándo llegará el momento. Es igual que un hombre que se fue de viaje y dejó su casa, y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que vigilara. Estén atentos, pues no saben cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a media noche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga inesperadamente y los encuentre dormidos. Lo que les digo a ustedes se lo digo a todos: «¡Estén vigilantes!». Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión:

El evangelio de hoy nos invita a estar siempre vigilantes. Jesús vendrá de nuevo, y no sabemos cuando será. Hay que estar siempre preparados para la venida del Señor. Algunos siempre molestan con el cuento, que el fin del mundo ya viene. Porque hay guerras, terremotos, epidemias. ¿Pero que dice el evangelio de hoy? ¿Qué podemos hacer para estar preparados para la muerte?

Hoy empezamos el tiempo del Adviento. Son cuatro semanas para prepararnos a la navidad. ¿Qué podemos hacer como familia para prepararnos para la Navidad?

CREDO

ORACIÓN UNIVERSAL

C. Como dice San Pablo es hora de espabilarse y dejar aquellas actividades que nos alejan de Dios. Pidámosle al Dios que viene:

R. Ayúdanos a preparar tu venida.

1. Por el Papa, los obispos, los sacerdotes; para que con sus palabras, gestos, estímulos y ejemplos nos hagan despertar a la vida que Cristo viene a traernos. Roguemos al Señor. /R.

2. Por el fin de las guerras y las hostilidades, por el cambio en los corazones, para que todos aceptemos a Dios como juez supremo, y juntos construyamos la paz. Roguemos al Señor. /R.

3. Por los niños, para que puedan celebrar una Navidad llena de amor, fiel reflejo del amor que Cristo nos trae. Roguemos al Señor. /R.

4. Por los que sufren, los que viven solos, los que tienen necesidad, para que encuentren a su alrededor la comprensión necesaria para seguir adelante. Roguemos al Señor. /R.

5. Por los que en otros años celebraron el Adviento con nosotros y ya no están aquí, para que estén junto al Padre disfrutando de su Reino. Roguemos al Señor. /R.

6. Por todos los que participamos en esta Eucaristía y que desde hoy preparamos tu venida, para que este tiempo de espera sirva de reflexión y cambio en nuestra rutina. Roguemos al Señor. /R.

(Pueden decirse otras intenciones particulares)

C. Padre, en este comienzo de Adviento te pedimos que acojas estas súplicas y nos ayudes a preparar la venida de tu Hijo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Padre Nuestro, Comunión Espiritual

Oración: Cristo Resucitado, ante esta pandemia nos hemos sentido como las mujeres ante la tumba de Jesús: tristes y desvalidos. ¿Quién nos moverá la piedra de la tumba? ¡Y vienes tu Señor diciéndonos “Alégrense!” Ya no estás muerto, has resucitado. Queremos ver a un Perú resucitando de la pandemia. A un Peru que se levanta de esta tumba de la muerte. A un Peru solidario, que recupera su esperanza y empiece a respirar. Señor, aumenta nuestra fe, esperanza y caridad. Haznos soñar un nuevo Perú, que se levanta de la tumba a la vida. Dios de la vida y de la resurrección, ayúdanos a resucitar ahora. Amen.

 Bendición de los Padres a sus hijos

Canto final: Ven Ven Señor no tardes https://youtu.be/XVHqvRsYCpw

 

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Noticias

-          La misa del del domingo se transmite en el Facebook de tu parroquia (y a las 7am en vivo desde Caravelí en Facebook: (Prelatura de Caravelí).

-          30 de noviembre: San Andrés, Apóstol

-          Próximo domingo: Segundo Domingo de adviento


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