Ciudad del Vaticano, 25 abril 2013 (VIS).- El Papa ha
presidido esta mañana en la Casa de Santa Marta, la Santa misa en la festividad
del evangelista San Marcos. Entre los presentes se encontraban algunos miembros
de la Secretaría del Sínodo para los Obispos, acompañados por el Secretario
General, el arzobispo Nikola Eterovic.
Francisco, comentando el Evangelio de hoy
que narra la Ascensión de Jesús, ha subrayado que el Señor antes de subir al
cielo manda a los apóstoles a anunciar el evangelio “hasta los confines del
mundo, no sólo en Jerusalén o en Galilea... El horizonte es grande y, como se
puede ver, éste es el carácter de la misión de la Iglesia que va adelante con
esta predicación: a todos, a todo el mundo. Pero no va adelante sola: va con
Jesús... El Señor trabaja con los que predican el Evangelio”.
El Obispo de Roma se ha referido también a la primera
Carta de San Pedro que define el estilo cristiano de la predicación: “La
humildad, el servicio, la caridad, el amor fraternal... Pero ¡Señor tenemos que
conquistar el mundo! Esa palabra “conquistar” -ha dicho- no está bien. Tenemos
que predicar al mundo. El cristiano no puede ser como los soldados que cuando
ganan la batalla arrasan todo... El cristiano anuncia el evangelio con su
testimonio más que con las palabras y con una doble disposición: un ánimo
grande que no se asusta de las cosas grandes, de caminar hacia horizontes
inmensos y la humildad de tener en cuenta las pequeñas cosas”.
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