sábado, 25 de julio de 2020

Celebrar a SANTIAGO Apóstol en Familia: sábado 25 de julio

Introducción:  
Santiago “el Mayor”, hijo de Zebedeo y hermano de Juan, fue llamado por Cristo para ser “pescador de hombres”. Perteneció al círculo de los apóstoles, compartiendo con Cristo momentos selectos, como el episodio de la Transfiguración. Tras la resurrección, tuvo como lugar de misión lo que hoy es España, donde se le venera como patrono. Murió por el año 42, siendo el primero de los apóstoles en dar la vida por Jesús.
Los Hechos de los Apóstoles nos narra las dificultades y retos a lo que se vio sometida la primera comunidad cristiana, por vivir su fe y anunciarla al pueblo, y cómo en el caso del apóstol Santiago, muchas veces fue sellado por el martirio. En el evangelio escucharemos el famoso pedido de poder de los hijos de Zebedeo a Jesús, que evidencia el criterio no evangélico. Sin embargo, tendrán que asumir el desafío de correr la misma suerte de Jesús. ¡Maestro, que no olvidemos que seguirte, implica vivir tu Pasión!

Canto de entrada
En el nombre del Padre
Pedimos perdón por nuestros pecados…
ORACIÓN: Dios todopoderoso y eterno, que consagraste los primeros trabajos de tus apóstoles con la sangre de Santiago, haz que tu Iglesia, reconfortada constantemente por su patrocinio, sea fortalecida por su testimonio. Por nuestro Señor Jesucristo. Amen.
LECTURAS
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios. 4, 7-15
Hermanos: Llevamos un tesoro en recipientes de barro, para que se vea bien que este poder extraordinario no procede de nosotros, sino de Dios. Estamos atribulados por todas partes, pero no abatidos; perplejos, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no aniquilados. Siempre y a todas partes, llevamos en nuestro cuerpo los sufrimientos de la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo. Y así, aunque vivimos, estamos siempre enfrentando a la muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. De esa manera, la muerte hace su obra en nosotros, y en ustedes la vida. Pero, teniendo ese mismo espíritu de fe, del que dice la Escritura: “Creí y por eso hablé”, también nosotros creemos, y por lo tanto, hablamos. Y nosotros sabemos que aquél que resucitó al Señor Jesús nos resucitará con él y nos reunirá a su lado junto con ustedes. Todo esto es por ustedes: para que al abundar la gracia, abunde también el número de los que participan en la acción de gracias para gloria de Dios. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
Salmo 66
R. Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.
- El Señor tenga piedad y nos bendiga, ilumine su rostro sobre nosotros; conozca la tierra tus caminos, todos los pueblos tu salvación. R.
- Que canten de alegría las naciones, porque riges el mundo con justicia, riges los pueblos con rectitud y gobiernas las naciones de la tierra. R.
- La tierra ha dado su fruto, nos bendice el Señor, nuestro Dios. Que Dios nos bendiga; que le teman hasta los confines del orbe. R.
Lectura del santo evangelio según san Mateo Mt 20, 20-28 R. Gloria a ti, Señor.
La madre de los hijos de Zebedeo se acercó a Jesús, junto con sus hijos, y se postró ante él para pedirle algo. “¿Qué quieres?”, le preguntó Jesús. Ella le dijo: “Manda que mis dos hijos se sienten en tu Reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda”. “No saben lo que piden”, respondió Jesús. “¿Pueden beber el cáliz que yo beberé?”. “Podemos”, le respondieron. “Está bien, les dijo Jesús, ustedes beberán mi cáliz. En cuanto a sentarse a mi derecha o a mi izquierda, no me toca a mí concederlo, sino que esos puestos son para quienes se los ha destinado mi Padre”. Al oír esto, los otros diez se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús los llamó y les dijo: “Ustedes saben que los jefes de las naciones dominan sobre ellas y los poderosos les hacen sentir su autoridad. Entre ustedes no debe suceder así. Al contrario, el que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes; y el que quiera ser el primero, que se haga su esclavo: como el Hijo del hombre, que no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud”. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Explicación:
El apóstol Santiago fue el primer mártir de los apóstoles. Los Hechos de los Apóstoles nos narran, que murió decapitado en Jerusalén por orden del rey Herodes. Fue en el 44 después de Cristo. Antes había ido a España para evangelizar. Su tumba está allí, en Santiago de Compostela. En el evangelio de hoy vemos, que quería el primer puesto en el cielo, pero Jesús le enseña, que la verdadera grandeza está en hacerse servidor de los demás y ser capaces de beber el cáliz del sufrimiento y del martirio. De hecho, se escogió una tierra de misión bien lejana. Los romanos llamaron la costa atlántica de España finis terrae, es decir el final de la tierra o el fin del mundo de aquella época. Misionero y peregrino ha sido en su vida. Más que mil años después, en las guerras de la reconquista de España, Santiago aparece a los españoles en una visión. Montado en un caballo con una espada en la mano baja del cielo para ayudar a los españoles en su lucha contra los moros (musulmanes norteafricanos, que habían ocupado una gran parte del territorio español por siglos). Los españoles le agradecían su victoria y lo eligieron como patrono de España.
¿Qué nos dice la historia bíblica de los primeros puestos, que quisieron Santiago y Juan?
¿Qué nos dice la historia del Apóstol Santiago como peregrino y misionero?
¿Qué nos podría decir la leyenda del guerrero Santiago en esta pandemia?
Peticiones: libres
Padre Nuestro y Bendición final
Canto final
P. Reinaldo Nann, Obispo de Caravelí

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