sábado, 29 de enero de 2011

Cáritas del Perú [2]

Plan Estratégico 2011  2020


Como un signo de compromiso y responsabilidad evangélica, toda la Red de Cáritas en el Perú ha elaborado su Plan Estratégico al año 2020. Soy testigo que este documento contiene muchas horas de reflexión, diálogo y debate fraterno. Animados por la “caridad que nos urge”, su contenido está impregnado de la espiritualidad del Buen Samaritano, que a ejemplo de Jesucristo, busca “pasar haciendo el bien” y mostrando el rostro siempre providente y misericordioso de nuestro Dios. SS Benedicto XVI nos recuerda que “toda la Iglesia, en todo su ser y obrar, cuando anuncia, celebra y actúa en la caridad, tiende a promover el desarrollo integral del hombre”.

La promoción de todo el hombre, desde la perspectiva del desarrollo humano integral es la razón y el tema principal del compromiso y testimonio de Cáritas en el Perú, el presente Plan Estratégico quiere ponerse al servicio de esta misión.


El Santo Padre, nos señala que este esfuerzo debe construirse desde la relación entre la caridad en la verdad. El mismo Jesucristo es testigo del amor de Dios por todos los hombres y nos recuerda la verdad a la que está llamado el hombre: la santidad en la caridad. Por ello el Papa afirma que esta caridad “es la principal fuerza impulsora del auténtico desarrollo de cada persona y de toda la humanidad”.

Creado por Amor, el ser humano está llamado a vivir ese Amor en su propia vida y en todas las relaciones que establece. Su vocación es el Amor, es su principio y su fin. De allí que el trabajo de la Red de Cáritas en el Perú, desde sus programas y proyectos, deba actualizar y potenciar la capacidad de todo ser humano por donarse, “por dar de lo mío al otro”, viviendo la caridad de Jesucristo en los esfuerzos para que todos los seres humanos puedan vivir con dignidad.

SS Benedicto XVI remarca que “el desarrollo humano integral es ante todo una vocación”, por lo tanto implica que sea asumido libre y solidariamente por cada una de las personas. Esto configura una cultura de vida, un «ethos», que va más allá de un contrato social ya que está inserta en la naturaleza misma del ser humano. Este desarrollo, en el cual estamos comprometidos, se sustenta en una “visión trascendente de la persona” que necesita de Dios para responder a las necesidades más profundas y complejas de todo ser humano.

En el amor recibido y en el amor que entrega, el hombre descubre y acoge, en libertad, “la fuerza más poderosa al servicio del desarrollo”. La noción de desarrollo humano integral presupone coordenadas precisas, como la solidaridad y la subsidiariedad, así como la interdependencia entre Estado, sociedad y mercado. Por ello el bien común da sentido al progreso y al desarrollo, los cuales no pueden limitarse sólo a la producción y consumo de bienes materiales; éstos son necesarios, pero sin la orientación al bien común terminan por prevalecer el consumismo, el despilfarro, la pobreza y los desequilibrios; factores negativos que distorsionan y afectan el proceso de desarrollo.

Nuestro Plan Estratégico quiere promover que todo peruano y peruana pueda consolidar su identidad y rol ciudadano, conscientes que “el desarrollo es imposible sin hombres rectos, sin operadores económicos y agentes políticos que sientan fuertemente en su conciencia la llamada al bien común”.

Sabemos que nuestra contribución al desarrollo humano integral no radica en una única visión cultural y política de las cosas, sino en una transformación interior del corazón humano que, abriéndose al amor verdadero, lo sitúa ante su responsabilidad personal y social, y por tanto ante la libertad y la diversidad, con todas las consecuencias. Jesucristo nos abre los ojos y el corazón para contemplar en el otro a nuestro hermano: “Mientras los pobres del mundo siguen llamando a la puerta de la opulencia, el mundo rico corre el riesgo de no escuchar ya estos golpes a su puerta, debido a una conciencia incapaz de reconocer lo humano”.

En este documento reafirmamos nuestro compromiso de seguir contribuyendo a la construcción de un Perú más justo y fraterno; ofrecemos nuestro trabajo como discípulos misioneros de Jesucristo, para que nuestros pueblos en Él tengan vida plena; y pedimos a María, Madre del Amor, nos ayude a descubrir en el necesitado, la presencia de Jesucristo, Hijo de Dios y hermano nuestro.

Mons. Miguel Irizar Campos, C.P.
Obispo del Callao
Presidente de Cáritas del Perú

Nota: El Plan Estratégico 2011 – 2020 ha sido aprobado por la Asamblea General anual de Obispos Asociados de Cáritas del Perú el 29 de enero último. Actualmente el documento final ya ha sido publicado, tras una revisión final de estilo.