Lectura del santo
evangelio según san Lucas 6, 1-5
Un sábado, Jesús atravesaba un sembrado; sus discípulos
arrancaban espigas y, frotándolas con las manos, se comían el grano.
Unos fariseos les preguntaron:
-«¿Por qué hacéis en sábado lo que no está permitido?»
Jesús les replicó:
-« ¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y sus hombres sintieron
hambre?Unos fariseos les preguntaron:
-«¿Por qué hacéis en sábado lo que no está permitido?»
Jesús les replicó:
Entró en la casa de Dios, tomó los panes presentados, que sólo pueden comer los sacerdotes, comió él y les dio a sus compañeros.»
Y añadió:
-«El Hijo del hombre es señor del sábado.»
Reflexión del Evangelio de hoy
“Dios puede admitiros en su
presencia”
San Pablo, dirigiéndose a los
colosenses, proclama la sublimidad de Cristo y de todo lo que nos ha conseguido
en el himno que precede a los versículos de la primera lectura de hoy. Una de
las cosas que Cristo les ha conseguido y nos ha conseguido “gracias a la muerte
que sufrió en su cuerpo de carne” es la reconciliación con Dios, logrando así
que el mismo Dios les admita “a su presencia como a un pueblo santo”.
Sabemos bien que esa
reconciliación conseguida por Cristo va más allá. Les lleva a los cristianos de
Colosas, y a los cristianos de todos los tiempos, no solo a gozar de la
presencia de Dios, sino a ser realmente hijos de Dios y hermanos de todos los
hombres. Este es el gran regalo que Cristo nos consigue a sus seguidores, nos
regala la vida divina, haciéndonos hijos y hermanos.
No es de extrañar que San Pablo
nos pida que cimentemos constantemente nuestra vida en la fe, es decir,
viviendo como hijos de Dios y hermanos de todos los hombres. De esta manera
alcanzaremos lo que nos promete “la esperanza que escuchasteis en el evangelio”
de disfrutar en esta tierra de la felicidad limitada y de la felicidad total
después de nuestra muerte y resurrección, donde nos espera Cristo para
invitarnos al banquete de su amor: “Venid, benditos de mi Padre, a disfrutar
del reino preparado para vosotros desde la creación del mundo”.
“El Hijo del hombre es señor del
sábado”
Una vez más aparece en el
evangelio el conflicto de los fariseos con Jesús en relación al sábado. La ley
judía reservaba el sábado, día del descanso, para el Señor y pocas, muy pocas
cosas, se podían hacer en sábado con la idea de homenajear al Señor de manera
más explícita.
Jesús utiliza dos argumentos para
ir más allá de las prohibiciones del sábado. Ninguna ley humana, ni
supuestamente divina, ni la ley del sábado, pueden ir en contra de hacer algo
que favorezca a cualquier persona humana, sea curando a enfermos, sea
alimentándose de las espigas arrancadas en el campo. El sábado está para servir
al hombre y no el hombre para servir al sábado.
Hay un segundo argumento que
emplea Jesús en el evangelio: “El Hijo del hombre es señor del sábado”. Se
trata de seguir a Jesús y no al sábado. En caso de conflicto… seguir a Jesús,
nuestro camino, nuestra verdad y nuestra vida, y olvidarse de lo dicho por el
sábado.
Fray
Manuel Santos Sánchez
Convento de Santo Domingo (Oviedo)
https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
Convento de Santo Domingo (Oviedo)
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