viernes, 11 de noviembre de 2005

Los Soportes del Arte

La madera
Ha sido a lo largo de la Historia del Arte, juntamente con la tela, uno de los soportes más utilizados y la encontramos ya en Egipto. En Grecia la pintura en paneles portátiles fue practicada muy pronto, igual que en Roma. Aunque no queda nada que permita reconstruir la técnica de la pintura en madera de este período, salvo escudos de pino para desfiles que datan del año 256.

A partir del siglo XII, en Europa se utilizó frecuentemente la madera como soporte. Cada panel estaba compuesto de un número variable de planchas dispuestas una al lado de otra y unidas entre sí. Las piezas grandes eran reforzadas por detrás con un ensamblaje.

Hasta el siglo XVI, los pintores se sirvieron casi exclusivamente de maderas locales, lo que ha permitido determinar una constante para cada escuela de pintura. En el norte predominaba el roble (Francia, Holanda, Flandes); el álamo caracteriza sobre todo a los italianos y el tilo a las escuelas del Rin. El nogal era utilizado al sur del Loira, el castaño en Portugal y el abeto en Inglaterra.

A partir del siglo XVI, la madera, relegada en beneficio de la tela, es utilizada por algunos artistas flamencos y holandeses. Y en el siglo XX ha conocido cierto resurgimiento.

Desde los primeros tiempos se asociaron a la madera otros materiales, como el cuero, la tela o el papel, que eran encolados a las tablas y sobre los que se aplicaba la pintura.

Tradicionalmente se ha utilizado la pintura sobre madera en retablos, frontales, altares…

Madera policromada y estofada

Técnica de elaboración de piezas escultóricas sobre madera, normalmente dedicadas al culto religioso. El proceso lleva consigo el encarnar, es decir imitar el aspecto de la carne dándole distintos acabados mate, semimate o brillante y el estofado consiste en ejecutar sobre la escultura distintas labores decorativas.

Para policromar la madera es necesario prepararla con encolado de agua, cola y base de preparación para que el color tenga una mayor adherencia; el segundo paso en la policromía es establecer los tonos que se le otorgarán al rostro, a las manos y a los pies; aquí se deben utilizar pigmentos y aglutinantes como yemas de huevo, óleos y colas. Lo siguiente es el Estofado, el mismo consiste en la aplicación de láminas de oro (o plata) pequeñas sobre parte de los pigmentos en el siguiente orden: encolado, preparación en bowl, hojilla, capa de pintura y laca. Para hacer el estofado sobre las esculturas en madera se debe utilizar pinceles, punciones, esgrafiados, relieves y brocados; los materiales empleados son: plata, oro, textiles, cabello humano, pestañas, encajes, ojos de vidrio y resinas especiales.

martes, 8 de noviembre de 2005