viernes, 27 de noviembre de 2020

XV Encuentro Prelaticio de Jóvenes de la Prelatura de Caravelí

 El 28 y 29 de noviembre del presente año se estará llevando a cabo el XV Encuentro Prelaticio de Jóvenes, con el lema “Jóvenes, Jesús está vivo”, este encuentro se realizará de manera virtual vía Zoom y a través del Facebook, y se contará con el acompañamiento y animación del Hno. Gustavo Llerena, quien desde ya está introduciendo a nuestros jóvenes con temas de reflexión a través de la página del Facebook en el siguiente enlace:

Encuentro Prelaticio Virtual de Jóvenes - Prelatura de Caravelí

Previo a este encuentro se realizó la inscripción de los jóvenes de la Prelatura de Caravelí, para que tengan la oportunidad de compartir momentos de reflexión, de espiritualidad y de fraternidad.

Agradecemos a nuestros sacerdotes, religiosas, agentes pastorales y profesores de religión por hacer extensiva esta invitación y acompañamiento a los jóvenes en sus respectivas parroquias y comunidades.

El encuentro virtual se dará inicio a partir del día sábado 28 de noviembre a las 8:00 de la mañana.

Boletín para las Iglesias Domésticas en la Prelatura de Caravelí y amigos N° 40 Primer Domingo de Adviento, 29 de noviembre

1.   Editorial

Este domingo empezamos el tiempo de Adviento, es decir nos preparamos para la venida del Señor. Podemos comprar o construir una corona de adviento, con sus 4 velas. Cada domingo se va a encender una vela más. También podemos empezar a preparar un nacimiento en la casa y en la iglesia. Generalmente ya están abiertas las iglesias en el Perú para participar en la misa, con todas las medidas de bioseguridad. No se olviden, que deben de tener su mascarilla puesta, la pueden sacar solo en el momento de la comunión. Un feliz tiempo de adviento les desea

Su Obispo Reinaldo Nann

2.    Celebración

Preparar: Altar familiar, pueden encender la primera vela de la corona de adviento y/o empezar a preparar el nacimiento

Canto de entrada:  Hoy se enciende una llama https://youtu.be/ukIbp9Wqj_Q

MONICIÓN

Hermanos y hermanas: Con mucha alegría e ilusión comenzamos un nuevo Año Litúrgico celebrando el 1º Domingo de Adviento. La liturgia de hoy nos invita a la esperanza en la salvación y la confianza en la ayuda divina. Estamos invitados en este tiempo a velar, vigilar, esto no significa solo estar despiertos sino activos en la fe que obra por la caridad, configurándonos con Jesús y su estilo de vida.

domingo, 22 de noviembre de 2020

Sexagésimo Tercer Aniversario de la Prelatura de Caravelí

El 21 de noviembre, la Prelatura de Caravelí, cumplió 63 años de creación. Esta fecha fue celebrada solemnemente con una Santa Misa presidida por el P. Reinaldo Nann, Obispo Prelado de esta jurisdicción Eclesiástica, este acto litúrgico se celebró en la Parroquia “Niño Jesús” de Puquio y estuvieron presente el P. Efrén Alcántara, párroco de Puquio, el P. Jaime Carrascal, P. Francisco Vargas y seminaristas que pronto recibirán la ordenación diaconal.

Esta ceremonia Eucarística se celebró contó con presencia de religiosas y feligreses del lugar, cumpliendo las medidas sanitarias,  pero a la vez también fue transmitida por el Facebook de la Prelatura y de la parroquia de Puquio.

lunes, 16 de noviembre de 2020

Conmemoración por el 40 aniversario de la firma del Acuerdo entre la Santa Sede y el Perú

                                     Mons. Paul Richard Gallagher, Secretario para las relaciones con los estados del Vaticano 

Con motivo del 40 aniversario de la firma del Acuerdo entre la Santa Sede y el Perú, Mons. Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados del Vaticano, dio un discurso centrado en el significado y los objetivos de la diplomacia vaticana. “La Santa Sede está llamada a actuar para facilitar la coexistencia entre las diversas naciones, para promover la fraternidad entre los pueblos”, dijo durante su ponencia sobre el rol de la acción diplomática vaticana en favor de la paz y la justicia en el mundo.

Mensaje del Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana frente a la movilización social de los últimos días.

Estimados hermanos, hermanas y muy estimados jóvenes:

El Perú en estos momentos está inmerso en una grave crisis política, institucional y sanitaria. Estamos todos en una misma barca como en un mar agitado con grandes olas y necesitamos que Dios nos ilumine en estos momentos cruciales de nuestra historia.

 

A partir del pronunciamiento de la Conferencia Episcopal Peruana, deseo subrayar lo siguiente:

viernes, 13 de noviembre de 2020

Boletín para las Iglesias Domésticas en la Prelatura de Caravelí y amigos N° 38 – Jornada de los Pobres - Domingo 15 de noviembre

1.    Editorial

Hace tres años el Papa Francisco introdujo en la iglesia la Jornada Mundial de los Pobres. Se celebra siempre el domingo anterior del domingo de Cristo Rey. Este año tiene el lema “Tiende tu mano al Pobre” (Si 7,32). En vez de la reflexión sobre el evangelio pueden leer el mensaje del Papa Francisco para este día y conversar, lo que mas les llama la atención en este mensaje.

El martes hemos vivido una vacancia del presidente y un cambio de gobierno en el país. Fue un acto político legal pero muy cuestionado por grandes sectores del país. Es importante, que las diferentes opiniones se puedan expresar libremente sin recurrir a la violencia. Háganlo Ustedes también como familia. Y oremos por nuestro país en estos momentos difíciles.

Su P. Reinaldo Nann, Obispo de Caravelí

2.    Celebración

Preparar: Altar familiar

Canto de entrada: Patria (Ascoy) https://youtu.be/EvoBWvlf7h4?list=RDEvoBWvlf7h4

En el nombre…

Acto del Perdón

Gloria

ORACIÓN (Por la Patria): Oh Dios, que, con admirable providencia dispones todas las cosas, atiende las oraciones por nuestra patria, para que, mediante la sabiduría de sus autoridades y la honestidad de los ciudadanos, se consoliden la concordia y la justicia, y se realicen la paz y una prosperidad constante. Por nuestro Señor Jesucristo. Amen.

Lectura del libro de los Proverbios 31, 10-13. 19-20. 30-31

Una mujer hacendosa, ¿quién la hallará? Vale mucho más que las perlas. Su marido se fía de ella, y no le faltan riquezas. Le trae ganancias y no pérdidas todos los días de su vida. Adquiere lana y lino, los trabaja con la destreza de sus manos. Aplica sus manos para hilar, y con sus dedos elabora el tejido. Abre sus manos al necesitado y extiende sus brazos al pobre. Engañosa es la gracia, fugaz la hermosura, la que teme al Señor merece alabanza. Cántenle por el éxito de su trabajo, que por sus obras la alaben todos. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

Salmo (127) R. Dichoso el que teme al Señor.

– Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos. Comerás del fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien. / R.

– Tu mujer, como parra fecunda, en medio de tu casa; tus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de tu mesa. / R.

– Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor. Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida. / R.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 5, 1-6

Hermanos: En lo referente al tiempo y a las circunstancias no necesitan, que les escriba. Ustedes saben perfectamente que el día del Señor llegará como un ladrón en la noche. Cuando diga la gente: «qué paz, qué seguridad», entonces, de improviso, les sobrevendrá la ruina, como los dolores del parto a la que está encinta, y no podrán escapar. Pero a ustedes hermanos, como no viven a oscuras no los sorprenderá ese día como a un ladrón, porque todos son hijos de la luz e hijos del día; no lo son de la noche ni de las tinieblas. Así, pues, no durmamos como los demás, sino estemos vigilantes y vivamos sobriamente. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

Aleluya

Lectura del santo evangelio según san Mateo 25, 14-30 R. Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus empleados y los dejó encargados de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos de plata, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó. El que recibió cinco talentos fue en seguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió uno hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor. Al cabo de mucho tiempo volvió el señor de aquellos empleados y se puso a ajustar las cuentas con ellos. Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo: “Señor cinco talentos me dejaste, mira, he ganado otros cinco”. Su señor le dijo: “Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor”. Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo: “Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos”. Su señor le dijo: “Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor”. Finalmente, se acercó el que había recibido un talento y dijo: “Señor, sabía que eres exigente, que cosechas donde no siembras y recoges donde no esparces, tuve miedo y fui a esconder mi talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo”. El señor le respondió: “Eres un empleado negligente y holgazán. ¿Con que sabías que cosecho donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. Quítenle el talento y dénselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese empleado inútil échenlo fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y el rechinar de dientes”». Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión Leemos el mensaje del Papa Francisco para la Jornada de los Pobres y conversamos, como podemos tender nuestra mano a los pobres. Hagan un propósito.

CREDO

ORACIÓN UNIVERSAL

C. Señor, nos has mostrado tu misericordia ante los problemas de todos los hombres, te pedimos que atiendas estas súplicas que te presentamos:

R. Ten misericordia, Señor.

1. Señor, asiste con tu fuerza la vocación de nuestro santo padre Francisco; para que por él nos llegue la Gloria del Padre. Roguemos al Señor. /R.

2. Señor, te pedimos por nuestra patria, que está atravesando momentos difíciles. Ayúdanos a encontrar soluciones en el dialogo sin violencia. Roguemos al Señor. /R.

3. Señor, te pedimos por todos los que trabajan en la construcción de un mundo más humano, más justo, según el proyecto de Dios; para que no se desalienten y perseveren en su empeño. Roguemos al Señor. /R.

5. Señor, atiende a los pobres, a los que viven lejos de sus familia, a los que están solos; a todos aquellos que pasan necesidad, miedo y dolor. Roguemos al Señor. /R.

6. Señor, te pedimos por todos los que participamos de esta Santa Eucaristía; para que el Santo Alimento que vamos a compartir hoy, sea la fuente inagotable de la fuerza que necesitamos para seguir adelante en este mundo, con todos sus desafíos. Roguemos al Señor./ R.

(Pueden añadirse peticiones particulares)

C. Señor, escucha nuestro clamor y ten misericordia de nosotros. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

Padre Nuestro, Comunión Espiritual

Oración: Cristo Resucitado, ante esta pandemia nos hemos sentido como las mujeres ante la tumba de Jesús: tristes y desvalidos. ¿Quién nos moverá la piedra de la tumba? ¡Y vienes tu Señor diciéndonos “Alégrense!” Ya no estás muerto, has resucitado. Queremos ver a un Perú resucitando de la pandemia. A un Peru que se levanta de esta tumba de la muerte. A un Peru solidario, que recupera su esperanza y empiece a respirar. Señor, aumenta nuestra fe, esperanza y caridad. Haznos soñar un nuevo Perú, que se levanta de la tumba a la vida. Dios de la vida y de la resurrección, ayúdanos a resucitar ahora. Amen.

 Bendición de los Padres a sus hijos

Canto final: Vos sos el Dios de los Pobres https://youtu.be/l07dX6wQ96M

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Noticias

-          La misa del del domingo se transmite en el Facebook de tu parroquia (y a las 7am en vivo desde Caravelí en Facebook:  #Prelatura de Caravelí).

-          Martes 17: Santa Isabel de Hungría

-          Sábado 21: Presentación de la Virgen María

-          Domingo 22: Cristo Rey

MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO: IV JORNADA MUNDIAL DE LOS POBRES - 15 de nov de 2020

“Tiende tu mano al pobre” (cf. Si 7,32). La antigua sabiduría ha formulado estas palabras como un código sagrado a seguir en la vida. Hoy resuenan con todo su significado para ayudarnos también a nosotros a poner nuestra mirada en lo esencial y a superar las barreras de la indiferencia. La pobreza siempre asume rostros diferentes, que requieren una atención especial en cada situación particular; en cada una de ellas podemos encontrar a Jesús, el Señor, que nos reveló estar presente en sus hermanos más débiles (cf. Mt 25,40).

1. Tomemos en nuestras manos el Eclesiástico, también conocido como Sirácida, uno de los libros del Antiguo Testamento. Aquí encontramos las palabras de un sabio maestro que vivió unos doscientos años antes de Cristo. Él buscaba la sabiduría que hace a los hombres mejores y capaces de escrutar en profundidad las vicisitudes de la vida. Lo hizo en un momento de dura prueba para el pueblo de Israel, un tiempo de dolor, luto y miseria causado por el dominio de las potencias extranjeras. Siendo un hombre de gran fe, arraigado en las tradiciones de sus antepasados, su primer pensamiento fue dirigirse a Dios para pedirle el don de la sabiduría. Y el Señor le ayudó. Desde las primeras páginas del libro, el Sirácida expone sus consejos sobre muchas situaciones concretas de la vida, y la pobreza es una de ellas. Insiste en el hecho de que en la angustia hay que confiar en Dios: «Endereza tu corazón, mantente firme y no te angusties en tiempo de adversidad. Pégate a él y no te separes, para que al final seas enaltecido. Todo lo que te sobrevenga, acéptalo, y sé paciente en la adversidad y en la humillación. Porque en el fuego se prueba el oro, y los que agradan a Dios en el horno de la humillación. En las enfermedades y en la pobreza pon tu confianza en él. Confía en él y él te ayudará, endereza tus caminos y espera en él. Los que teméis al Señor, aguardad su misericordia y no os desviéis, no sea que caigáis» (2,2- 7).

2. Página tras página, descubrimos un precioso compendio de sugerencias sobre cómo actuar a la luz de una relación íntima con Dios, creador y amante de la creación, justo y providente con todos sus hijos. Sin embargo, la constante referencia a Dios no impide mirar al hombre concreto; al contrario, las dos cosas están estrechamente relacionadas. Lo demuestra claramente el pasaje del cual se toma el título de este Mensaje (cf. 7,29-36). La oración a Dios y la solidaridad con los pobres y los que sufren son inseparables. Para celebrar un culto que sea agradable al Señor, es necesario reconocer que toda persona, incluso la más indigente y despreciada, lleva impresa en sí la imagen de Dios. De tal atención deriva el don de la bendición divina, atraída por la generosidad que se practica hacia el pobre. Por lo tanto, el tiempo que se dedica a la oración nunca puede convertirse en una coartada para descuidar al prójimo necesitado; sino todo lo contrario: la bendición del Señor desciende sobre nosotros y la oración logra su propósito cuando va acompañada del servicio a los pobres.

3. ¡Qué actual es esta antigua enseñanza, también para nosotros! En efecto, la Palabra de Dios va más allá del espacio, del tiempo, de las religiones y de las culturas. La generosidad que sostiene al débil, consuela al afligido, alivia los sufrimientos, devuelve la dignidad a los privados de ella, es una condición para una vida plenamente humana. La opción por dedicarse a los pobres y atender sus muchas y variadas necesidades no puede estar condicionada por el tiempo a disposición o por intereses privados, ni por proyectos pastorales o sociales desencarnados. El poder de la gracia de Dios no puede ser sofocado por la tendencia narcisista a ponerse siempre uno mismo en primer lugar. Mantener la mirada hacia el pobre es difícil, pero muy necesario para dar a nuestra vida personal y social la dirección correcta. No se trata de emplear muchas palabras, sino de comprometer concretamente la vida, movidos por la caridad divina. Cada año, con la Jornada Mundial de los Pobres, vuelvo sobre esta realidad fundamental para la vida de la Iglesia, porque los pobres están y estarán siempre con nosotros (cf. Jn 12,8) para ayudarnos a acoger la compañía de Cristo en nuestra vida cotidiana.

4. El encuentro con una persona en condición de pobreza siempre nos provoca e interroga. ¿Cómo podemos ayudar a eliminar o al menos aliviar su marginación y sufrimiento? ¿Cómo podemos ayudarla en su pobreza espiritual? La comunidad cristiana está llamada a involucrarse en esta experiencia de compartir, con la conciencia de que no le está permitido delegarla a otros. Y para apoyar a los pobres es fundamental vivir la pobreza evangélica en primera persona. No podemos sentirnos “bien” cuando un miembro de la familia humana es dejado al margen y se convierte en una sombra. El grito silencioso de tantos pobres debe encontrar al pueblo de Dios en primera línea, siempre y en todas partes, para darles voz, defenderlos y solidarizarse con ellos ante tanta hipocresía y tantas promesas incumplidas, e invitarlos a participar en la vida de la comunidad. Es cierto, la Iglesia no tiene soluciones generales que proponer, pero ofrece, con la gracia de Cristo, su testimonio y sus gestos de compartir. También se siente en la obligación de presentar las exigencias de los que no tienen lo necesario para vivir. Recordar a todos el gran valor del bien común es para el pueblo cristiano un compromiso de vida, que se realiza en el intento de no olvidar a ninguno de aquellos cuya humanidad es violada en las necesidades fundamentales.

5. Tender la mano hace descubrir, en primer lugar, a quien lo hace, que dentro de nosotros existe la capacidad de realizar gestos que dan sentido a la vida. ¡Cuántas manos tendidas se ven cada día! Lamentablemente, sucede cada vez más a menudo que la prisa nos arrastra a una vorágine de indiferencia, hasta el punto de que ya no se sabe más reconocer todo el bien que cotidianamente se realiza en el silencio y con gran generosidad. Así sucede que, sólo cuando ocurren hechos que alteran el curso de nuestra vida, nuestros ojos se vuelven capaces de vislumbrar la bondad de los santos “de la puerta de al lado”, «de aquellos que viven cerca de nosotros y son un reflejo de la presencia de Dios» (Exhort. ap. Gaudete et exsultate, 7), pero de los que nadie habla. Las malas noticias son tan abundantes en las páginas de los periódicos, en los sitios de internet y en las pantallas de televisión, que nos convencen que el mal reina soberano. No es así. Es verdad que está siempre presente la maldad y la violencia, el abuso y la corrupción, pero la vida está entretejida de actos de respeto y generosidad que no sólo compensan el mal, sino que nos empujan a ir más allá y a estar llenos de esperanza.

6. Tender la mano es un signo: un signo que recuerda inmediatamente la proximidad, la solidaridad, el amor. En estos meses, en los que el mundo entero ha estado como abrumado por un virus que ha traído dolor y muerte, desaliento y desconcierto, ¡cuántas manos tendidas hemos podido ver! La mano tendida del médico que se preocupa por cada paciente tratando de encontrar el remedio adecuado. La mano tendida de la enfermera y del enfermero que, mucho más allá de sus horas de trabajo, permanecen para cuidar a los enfermos. La mano tendida del que trabaja en la administración y proporciona los medios para salvar el mayor número posible de vidas. La mano tendida del farmacéutico, quién está expuesto a tantas peticiones en un contacto arriesgado con la gente. La mano tendida del sacerdote que bendice con el corazón desgarrado. La mano tendida del voluntario que socorre a los que viven en la calle y a los que, a pesar de tener un techo, no tienen comida. La mano tendida de hombres y mujeres que trabajan para proporcionar servicios esenciales y seguridad. Y otras manos tendidas que podríamos describir hasta componer una letanía de buenas obras. Todas estas manos han desafiado el contagio y el miedo para dar apoyo y consuelo.

7. Esta pandemia llegó de repente y nos tomó desprevenidos, dejando una gran sensación de desorientación e impotencia. Sin embargo, la mano tendida hacia el pobre no llegó de repente. Ella, más bien, ofrece el testimonio de cómo nos preparamos a reconocer al pobre para sostenerlo en el tiempo de la necesidad. Uno no improvisa instrumentos de misericordia. Es necesario un entrenamiento cotidiano, que proceda de la conciencia de lo mucho que necesitamos, nosotros los primeros, de una mano tendida hacia nosotros. Este momento que estamos viviendo ha puesto en crisis muchas certezas. Nos sentimos más pobres y débiles porque hemos experimentado el sentido del límite y la restricción de la libertad. La pérdida de trabajo, de los afectos más queridos y la falta de las relaciones interpersonales habituales han abierto de golpe horizontes que ya no estábamos acostumbrados a observar. Nuestras riquezas espirituales y materiales fueron puestas en tela de juicio y descubrimos que teníamos miedo. Encerrados en el silencio de nuestros hogares, redescubrimos la importancia de la sencillez y de mantener la mirada fija en lo esencial. Hemos madurado la exigencia de una nueva fraternidad, capaz de ayuda recíproca y estima mutua. Este es un tiempo favorable para «volver a sentir que nos necesitamos unos a otros, que tenemos una responsabilidad por los demás y por el mundo [...]. Ya hemos tenido mucho tiempo de degradación moral, burlándonos de la ética, de la bondad, de la fe, de la honestidad [...]. Esa destrucción de todo fundamento de la vida social termina enfrentándonos unos con otros para preservar los propios intereses, provoca el surgimiento de nuevas formas de violencia y crueldad e impide el desarrollo de una verdadera cultura del cuidado del ambiente» (Carta enc. Laudato si’, 229). En definitiva, las graves crisis económicas, financieras y políticas no cesarán mientras permitamos que la responsabilidad que cada uno debe sentir hacia al prójimo y hacia cada persona permanezca aletargada.

8. “Tiende la mano al pobre” es, por lo tanto, una invitación a la responsabilidad y un compromiso directo de todos aquellos que se sienten parte del mismo destino. Es una llamada a llevar las cargas de los más débiles, como recuerda san Pablo: «Mediante el amor, poneos al servicio los unos de los otros. Porque toda la Ley encuentra su plenitud en un solo precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. [...] Llevad las cargas los unos de los otros» (Ga 5,13-14; 6,2). El Apóstol enseña que la libertad que nos ha sido dada con la muerte y la resurrección de Jesucristo es para cada uno de nosotros una responsabilidad para ponernos al servicio de los demás, especialmente de los más débiles. No se trata de una exhortación opcional, sino que condiciona de la autenticidad de la fe que profesamos. El libro del Eclesiástico viene otra vez en nuestra ayuda: sugiere acciones concretas para apoyar a los más débiles y también utiliza algunas imágenes evocadoras. En un primer momento toma en consideración la debilidad de cuantos están tristes: «No evites a los que lloran» (7,34). El período de la pandemia nos obligó a un aislamiento forzoso, incluso impidiendo que pudiéramos consolar y permanecer cerca de amigos y conocidos afligidos por la pérdida de sus seres queridos. Y sigue diciendo el autor sagrado: «No dejes de visitar al enfermo» (7,35). Hemos experimentado la imposibilidad de estar cerca de los que sufren, y al mismo tiempo hemos tomado conciencia de la fragilidad de nuestra existencia. En resumen, la Palabra de Dios nunca nos deja tranquilos y continúa estimulándonos al bien.

9. “Tiende la mano al pobre” destaca, por contraste, la actitud de quienes tienen las manos en los bolsillos y no se dejan conmover por la pobreza, de la que a menudo son también cómplices. La indiferencia y el cinismo son su alimento diario. ¡Qué diferencia respecto a las generosas manos que hemos descrito! De hecho, hay manos tendidas para rozar rápidamente el teclado de una computadora y mover sumas de dinero de una parte del mundo a otra, decretando la riqueza de estrechas oligarquías y la miseria de multitudes o el fracaso de naciones enteras. Hay manos tendidas para acumular dinero con la venta de armas que otras manos, incluso de niños, usarán para sembrar muerte y pobreza. Hay manos tendidas que en las sombras intercambian dosis de muerte para enriquecerse y vivir en el lujo y el desenfreno efímero. Hay manos tendidas que por debajo intercambian favores ilegales por ganancias fáciles y corruptas. Y también hay manos tendidas que, en el puritanismo hipócrita, establecen leyes que ellos mismos no observan. En este panorama, «los excluidos siguen esperando. Para poder sostener un estilo de vida que excluye a otros, o para poder entusiasmarse con ese ideal egoísta, se ha desarrollado una globalización de la indiferencia. Casi sin advertirlo, nos volvemos incapaces de compadecernos ante los clamores de los otros, ya no lloramos ante el drama de los demás ni nos interesa cuidarlos, como si todo fuera una responsabilidad ajena que no nos incumbe» (Exhort. ap. Evangelii gaudium, 54). No podemos ser felices hasta que estas manos que siembran la muerte se transformen en instrumentos de justicia y de paz para el mundo entero.

10. «En todas tus acciones, ten presente tu final» (Si 7,36). Esta es la expresión con la que el Sirácida concluye su reflexión. El texto se presta a una doble interpretación. La primera hace evidente que siempre debemos tener presente el fin de nuestra existencia. Acordarse de nuestro destino común puede ayudarnos a llevar una vida más atenta a quien es más pobre y no ha tenido las mismas posibilidades que nosotros. Existe también una segunda interpretación, que evidencia más bien el propósito, el objetivo hacia el que cada uno tiende. Es el fin de nuestra vida que requiere un proyecto a realizar y un camino a recorrer sin cansarse. Y bien, la finalidad de cada una de nuestras acciones no puede ser otra que el amor. Este es el objetivo hacia el que nos dirigimos y nada debe distraernos de él. Este amor es compartir, es dedicación y servicio, pero comienza con el descubrimiento de que nosotros somos los primeros amados y movidos al amor. Este fin aparece en el momento en que el niño se encuentra con la sonrisa de la madre y se siente amado por el hecho mismo de existir. Incluso una sonrisa que compartimos con el pobre es una fuente de amor y nos permite vivir en la alegría. La mano tendida, entonces, siempre puede enriquecerse con la sonrisa de quien no hace pesar su presencia y la ayuda que ofrece, sino que sólo se alegra de vivir según el estilo de los discípulos de Cristo. En este camino de encuentro cotidiano con los pobres, nos acompaña la Madre de Dios que, de modo particular, es la Madre de los pobres. La Virgen María conoce de cerca las dificultades y sufrimientos de quienes están marginados, porque ella misma se encontró dando a luz al Hijo de Dios en un establo. Por la amenaza de Herodes, con José su esposo y el pequeño Jesús huyó a otro país, y la condición de refugiados marcó a la sagrada familia durante algunos años. Que la oración a la Madre de los pobres pueda reunir a sus hijos predilectos y a cuantos les sirven en el nombre de Cristo. Y que esta misma oración transforme la mano tendida en un abrazo de comunión y de renovada fraternidad.

Roma, en San Juan de Letrán, 13 de junio de 2020, memoria litúrgica de san Antonio de Padua. Francisco .

IV Jornada Mundial de los Pobres

Para este domingo 15 de agosto, la Iglesia convoca a la "IV Jornada Mundial de los Pobres", iniciativa que el mismo Papa Francisco nos invita a “tender de manera permanente nuestra mano a los pobres que necesitan la caricia de Dios, para sentirse dignos y amados”.

En tal sentido, la Comisión Episcopal de Acción Social (CEAS)  y Cáritas del Perú, nos invitan a unirnos a este gran gesto de caridad con los más necesitados. Estas dos grandes instituciones de la Iglesia en el Perú que se encargan de velar por los pobres y marginados, nos dirán que la pobreza siempre asume rostros diferentes, que requieren una atención especial en cada situación particular; en cada situación podemos encontrar a Jesús, el Señor, que nos reveló estar presente en sus hermanos más débiles (cf. Mt 25,40).

Para dar realce a esta jornada nos presentan un material que quiere ser un instrumento de ayuda para los agentes de pastoral, recordando que el Papa Francisco nos dice que la caridad hay que vivirla día a día y no sólo en esta Jornada.

PDF IV Jornada Mundial de los Pobres



jueves, 12 de noviembre de 2020

Comunicado de los Obispos del Perú ante la crisis política que vive el Perú.

 

COMUNICADO

Los obispos del Perú, ante los recientes acontecimientos políticos y la honda preocupación que ha generado en la ciudadanía el destino de nuestro país y de nuestras instituciones democráticas, queremos compartir un mensaje de esperanza para todos los peruanos.

 

1.      El Perú necesita el esfuerzo de cada uno de nosotros para consolidarse como Nación: el Estado de Derecho, la Independencia de Poderes, la Justicia, la Legalidad, la Libertad, la Gobernabilidad y la Institucionalidad Democrática, valores sin los cuales la construcción de una sociedad se debilita o se destruye; por ello es necesario que se garantice, como se ha mencionado, la realización de las elecciones generales del próximo mes de abril, así como la transferencia de las autoridades de Gobierno en el mes de julio del 2021.

2.      En este contexto actual, debemos fortalecer y priorizar la atención a la emergencia sanitaria, económica, y social que agobia nuestra patria; por ello invocamos a los Gobernantes y a la clase política a promover el empleo digno, la salud y la educación de calidad para todos, especialmente de los pobres y de los más vulnerables. Es el momento de renunciar a intereses personales o de grupo para impulsar la reactivación económica y construir caminos de solidaridad, fraternidad y desarrollo integral. Es hora de escuchar a la población, y actuar pensando en el Perú.

3.      Es urgente también, continuar y promover la lucha contra todos los rostros de la corrupción que ha revelado un cáncer social que definitivamente hay que curar; por ello, no debemos detenernos. El compromiso y la responsabilidad de las autoridades debe reafirmar esta lucha para lograr un Perú más transparente y más justo; porque “para hacer posible el desarrollo de una comunidad, … hace falta la mejor política al servicio del bien común”. (Fratelli Tutti 154)

4.      Recordando al Papa Francisco en su visita al Perú y dirigiéndose a las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático, expresó: “A quienes ocupan algún cargo de responsabilidad, sea en el área que sea, los animo y exhorto a empeñarse en este sentido para brindarle, a su pueblo y a su tierra, la seguridad que nace de sentir que Perú es un espacio de esperanza y oportunidad… pero para todos, no para unos pocos; para que todo peruano, toda peruana pueda sentir que este país es suyo, no de otro, en el que puede establecer relaciones de fraternidad y equidad con su prójimo y ayudar al otro cuando lo necesita; una tierra en la que pueda hacer realidad su propio futuro”. (Cf. Papa Francisco, Lima. Palacio de Gobierno, enero 2018).

5.      Además, el alma de una comunidad se mide en su capacidad de mantenerse unidos para enfrentar los momentos de adversidad y mantener viva la fe y la esperanza.

 

6.      Como Iglesia, desde siempre y más aún durante esta pandemia, queremos estar cerca de los que más sufren y de los más vulnerables, porque estamos convencidos que la dignidad de la persona humana, de la familia y el bien común son los pilares de cualquier sociedad que mira su futuro con responsabilidad y esperanza.

7.      Invoquemos a nuestro Señor Jesús, el Señor de los Milagros, y a la intercesión de la Virgen María que nos ilumine, nos acompañe y sostenga en estos momentos cruciales para construir un país en paz, cada vez más humano y fraterno. Por eso, invitamos a una jornada de oración que será establecida por cada señor Obispo en su jurisdicción, pidiendo el don de la Paz, la solidaridad y la fraternidad entre todos los peruanos.

 

Los Obispos del Perú


Zenit: Perú: Los Obispos piden unidad ante la crisis política


domingo, 8 de noviembre de 2020

Boletín para las Iglesias Domésticas en la Prelatura de Caravelí y amigos N° 37 – Domingo 8 de noviembre

1.    Editorial

Noviembre es el mes del reinicio de la vida eucarística en el Perú. Gradualmente será posible para los que lo desean, participar en la misa y comulgar. Hay que estar preparados. La confesión será como este aceite, que nos ayuda a encender la lámpara de la eucaristía. También es nuestra solidaridad, nuestro esfuerzo por hacer el bien. Habrá personas, que, por precaución, todavía no vuelven al templo. También tienen razón. Una segunda ola de contagios podría venir, especialmente, para los que todavía no han salido positivos y se han cuidado bien. Por eso vamos a seguir ofreciendo las misas virtuales y este subsidio, para celebrar una liturgia dominical en casa. Es Usted quien decide, si va a asistir a la misa en el templo o si prefiere celebrar una liturgia familiar en casa. Este subsidio también sirve para prepararse a la misa o digerir lo escuchado en misa después en su casa.

Su P. Reinaldo Nann, Obispo de Caravelí

2.    Celebración

Preparar: Altar familiar

Canto de entrada: La Parábola de las 10 Vírgenes  https://youtu.be/jBdh1fXCbQI

En el nombre…

Acto del Perdón

Gloria

Oración: Dios omnipotente y misericordioso, aparta de nosotros todos los males, para que, con el alma y el cuerpo bien dispuestos, podamos con libertad de espíritu cumplir lo que es de tu agrado. Por nuestro Señor Jesucristo… Amén.

Lectura del libro de la Sabiduría (6, 12-16)

Radiante e incorruptible es la sabiduría; con facilidad la contemplan quienes la aman y ella se deja encontrar por quienes la buscan y se anticipa a darse a conocer a los que la desean. El que madruga por ella no se fatigará, porque la hallará sentada a su puerta. Darle la primacía en los pensamientos es prudencia consumada; quien por ella se desvela pronto se verá libre de preocupaciones. A los que son dignos de ella, ella misma sale a buscarlos por los caminos; se les aparece benévola y colabora con ellos en todos sus proyectos. Palabra de Dios. T: Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial Salmo 62

R./ Señor, mi alma tiene sed de ti.

- Señor, tú eres mi Dios, a ti te busco; de ti sedienta está mi alma. Señor, todo mi ser te añora como el suelo reseco añora el agua.

- Para admirar tu gloria y tu poder, con este afán te busco en tu santuario. Pues mejor es tu amor que la existencia; siempre, Señor, te alabarán mis labios.

- Podré así bendecirte mientras viva y levantar en oración mis manos. De lo mejor se saciará mi alma; te alabaré con jubilosos labios.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (4, 13-18)

Hermanos: No queremos que ignoren lo que pasa con los difuntos, para que no vivan tristes, como los que no tienen esperanza. Pues, si creemos que Jesús murió y resucitó, de igual manera debemos creer que, a los que mueren en Jesús, Dios los llevará con él. Lo que les decimos, como palabra del Señor, es esto: que nosotros, los que quedemos vivos para cuando venga el Señor, no tendremos ninguna ventaja sobre los que ya murieron. Cuando Dios mande que suenen las trompetas, se oirá la voz de un arcángel y el Señor mismo bajará del cielo. Entonces, los que murieron en Cristo resucitarán primero; después nosotros, los que quedemos vivos, seremos arrebatados, juntamente con ellos entre nubes por el aire, para ir al encuentro del Señor, y así estaremos siempre con él. Consuélense, pues, unos a otros con estas palabras. Palabra de Dios. T: Te alabamos, Señor.

Aleluya

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo (25, 1-13) T: Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: “El Reino de los cielos es semejante a diez jóvenes, que tomando sus lámparas, salieron al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran descuidadas y cinco, previsoras. Las descuidadas llevaron sus lámparas, pero no llevaron aceite para llenarlas de nuevo; las previsoras, en cambio, llevaron cada una un frasco de aceite junto con su lámpara. Como el esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó un grito: ‘¡Ya viene el esposo! ¡Salgan a su encuentro!’ Se levantaron entonces todas aquellas jóvenes y se pusieron a preparar sus lámparas, y las descuidadas dijeron a las previsoras: ‘Dennos un poco de su aceite, porque nuestras lámparas se están apagando’. Las previsoras les contestaron: ‘No, porque no va a alcanzar para ustedes y para nosotras. Vayan mejor a donde lo venden y cómprenlo’. Mientras aquéllas iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban listas entraron con él al banquete de bodas y se cerró la puerta. Más tarde llegaron las otras jóvenes y dijeron: ‘Señor, señor, ábrenos’. Pero él les respondió: ‘Yo les aseguro que no las conozco’. Estén, pues, preparados, porque no saben ni el día ni la hora”. Palabra del Señor. T: Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión

Noviembre es el mes de los muertos. ¿Hay una vida después de esta vida? ¿Por qué creemos en la vida eterna? La primera lectura nos da una esperanza: Si Jesús resucitó, los que creemos en El vamos a resucitar con El. El evangelio nos habla del Reino de Dios como de un banquete de bodas. Los que están preparados, entrarán a la fiesta. ¿Como nos preparamos? ¿Cuál es nuestro aceite?

Credo.

Oración de los Fieles

Celebrante: Oremos, hermanos, al Señor y pidámosle que manifieste su poder en cuanto con fe le pedimos, en nombre de toda la Iglesia. Digámosle juntos: T: Te lo pedimos, Señor.

1.    Concede a los cristianos buscar la sabiduría y descubrir tu amor hecho Eucaristía y vida en todos los hombres. Oremos.

2.    Mira con amor a tu Iglesia, purifícala de sus faltas, y haz que viva en fidelidad a Cristo su Esposo. Oremos.

3.    Enciende en los corazones deseos de fraternidad, diálogo y ayuda solidaria. Oremos.

4.    Ayuda a los que llamas, para que, velando y orando, descubran tu voluntad. Oremos.

5.    Admite a los difuntos en el Reino donde Tú habitas. Oremos.

6.    Aviva el fuego del amor en nuestros corazones para que vivamos atentos a las necesidades de nuestros hermanos. Oremos.

7.    ….

Celebrante: Señor y Dios nuestro, que nos das a beber de la sabiduría de tu amor y nos invitas al banquete de bodas de tu Hijo; escucha las oraciones de tus fieles y permítenos asociarnos a la asamblea de los santos para cantar tus alabanzas. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Padre Nuestro, Comunión Espiritual

Oración: Cristo Resucitado, ante esta pandemia nos hemos sentido como las mujeres ante la tumba de Jesús: tristes y desvalidos. ¿Quién nos moverá la piedra de la tumba? ¡Y vienes tu Señor diciéndonos “Alégrense!” Ya no estás muerto, has resucitado. Queremos ver a un Perú resucitando de la pandemia. A un Peru que se levanta de esta tumba de la muerte. A un Peru solidario, que recupera su esperanza y empiece a respirar. Señor, aumenta nuestra fe, esperanza y caridad. Haznos soñar un nuevo Perú, que se levanta de la tumba a la vida. Dios de la vida y de la resurrección, ayúdanos a resucitar ahora. Amen.

 Bendición de los Padres a sus hijos

Canto final:

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Noticias

-          La misa del del domingo se transmite en el Facebook de tu parroquia (y a las 7am en vivo desde Caravelí en Facebook:  #Prelatura de Caravelí).

-          Lunes 9: Dedicación de la Basílica de Letrán

-          El gobierno del Perú permite misas presenciales con un aforo reducido a un 30% y con muchas medidas de bioseguridad. Cada obispo decidirá, desde cuando será posible en cada diócesis. En Caravelí será desde el 29 de noviembre, siempre cuando los párrocos pueden cumplir con todas las medidas de bioseguridad. Personas, que desean comulgar después de tanto tiempo, tendrán la oportunidad. Personas, que quieren seguir cuidándose, pueden seguir con las misas transmitidas virtualmente.