Lectura
del santo evangelio según san Lucas (6,27-38)
En aquel
tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «A los que me escucháis os digo: Amad a
vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os
maldicen, orad por los que os injurian. Al que te pegue en una mejilla,
preséntale la otra; al que te quite la capa, déjale también la túnica. A quien
te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames. Tratad a los demás
como queréis que ellos os traten. Pues, si amáis sólo
a los que os aman, ¿qué
mérito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien
sólo a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores lo
hacen. Y si prestáis sólo cuando esperáis cobrar, ¿qué mérito tenéis? También
los pecadores prestan a otros pecadores, con intención de cobrárselo. ¡No! Amad
a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada; tendréis un gran
premio y seréis hijos del Altísimo, que es bueno con los malvados y
desagradecidos. Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo; no juzguéis, y
no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis
perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida,
rebosante. La medida que uséis, la usarán con vosotros.»
Reflexión
del Evangelio de hoy
El amor
como ceñidor de la unidad consumada
En muchos
lugares se lleva uniformes. En escuelas y puestos de trabajo se llevan para que
los alumnos o los trabajadores se sientan identificados con el ideario del
colegio o la empresa, para que se sientan uno más del equipo que forman las
personas que muestran un mismo sentir, un mismo quehacer.
Las
personas quieren buscarle sentido a su quehacer, y San Pablo, como persona que
perteneció a un ejército lo comprendía bien. En la carta a los Colosenses nos
explica que los cristianos se le ha de identificar por el uniforme de la
misericordia entrañable, de la bondad, la humildad, la dulzura y la
comprensión. Valores que se han de identificar con la paz que ofrecen. Son
valores que muestran el corazón y la bondad que reúne el criterio del amor que
propuso cristo en la cruz.
A pesar
de que estos valores de que estos valores son considerados ridículos o endebles
para nuestra sociedad, son valores que ennoblecen el alma, y fortalecen a cada
persona que opte por alimentarse de ellos.
San Pablo
nos dice, que sobre todo esos valores presidiéndolos está el amor, que es el
ceñidor de la unidad consumida. El pueblo de Dios, consagrado se volvió a
unificar por medio de la reconciliación en la cruz de Cristo. La paz sobrevino
por el amor, y la concordia tuvo lugar por dicho amor.
Compasivos
como vuestro Padre
En el
Evangelio de san Lucas nos propone el amor a nuestros enemigos como el ideario
que pone en tela de juicio nuestras opciones más profundas. Hacer el bien a los
que nos persiguen y prestar sin esperar nada. La compasión será el nombre del
amor, y tenemos en el Padre un modelo sobre cómo ejercerla: sin enjuiciar a los
hermanos, sin ser dados a la condena, mostrando el perdón con generosidad. Y en
la generosidad se nos dará: “os verterán una medida generosa, colmada,
remecida, rebosante”.
El amor
no es un mero sentimiento que dejamos crecer por un momento y apagar cuando ya
no tenemos fuerzas. Viene a ser un criterio de vida, comprometido con los
demás, y que ejerce una manera de ser que impide el conformismo o la caducidad
de los valores. Amar no nos permite quedarnos en la indiferencia el mostrarnos
compasivos como vuestro Padre, nos sitúa en el razonamiento del compromiso
cristiano, donde todo es un lenguaje nuevo, vivo y eficaz.
Fr. Alexis González de León O.P.
Convento de San Pablo y San Gregorio (Valladolid)
Convento de San Pablo y San Gregorio (Valladolid)
https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/12-9-2019/
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