05 de mayo de 2018
Estimados
hermanos y hermanas:
1. El primer derecho de una persona es el derecho a
vivir, es un derecho fundamental y base de cualquier otro. Así, no es posible
que la vida dependa de la decisión humana. Ni la sociedad ni autoridad alguna
con todo el poder que posea tiene potestad para concederla, mucho menos para
eliminarla.
2. El Santo Padre Francisco en su Audiencia General
del pasado 18 de abril dijo: “quisiera
reiterar y confirmar con fuerza que el único dueño de la vida, desde el inicio
al final natural, ¡es Dios! Y
nuestro deber, nuestro deber es hacer de todo para custodiar la vida”, ¡y
por eso estamos aquí!.
3. Debemos estar alertas y denunciar toda política
pública que no tenga en cuenta al concebido, pues la Vida se inicia en la
concepción y nuestra Constitución Política la protege y favorece sin
discriminación ni condición social. Desde este punto de vista, “la
sociedad que no es capaz de defender la vida humana naciente, se va a la ruina”.
4. Por otro lado, es contradictorio e incoherente que
mientras la sociedad peruana lucha contra la delincuencia, el
sicariato, los secuestros, el feminicidio y busca que cesen los asesinatos,
todavía existan movimientos y organizaciones con fuerte financiamiento
económico que promuevan y atenten contra el concebido. Un ser totalmente
inocente e indefenso, que no puede defenderse de sus agresores.
5. Además, una nación no se construye con protocolos
de muerte. Todos queremos el progreso y el bien del Perú, pero no se puede
querer el progreso cuando dentro de un Estado se permite eliminar la vida de
sus propios hijos.
6. Un saludo fraterno y agradecimiento a los niños,
jóvenes, varones y mujeres, ancianos, religiosos, religiosas y sacerdotes que
han venido formando una sola familia, ¡porque somos una sola familia
humana, hijos de Dios, hijos de la Vida!. La Iglesia y toda persona de
buena voluntad que defiende la vida cuenta con ustedes y escucha su voz.
7. Hermanos y hermanas, hagamos un compromiso con
el pedido que nos hizo el Papa Francisco en su reciente visita a nuestra
Patria: “no permitan que les roben la esperanza”. Es el
momento de unirnos y continuar trabajando juntos por la defensa de la vida, de
su dignidad, el bien común, la paz y el progreso de nuestro querido pueblo
Peruano.
¡Viva La Vida!
¡Viva Cristo!
¡Viva la Familia!
+ MIGUEL CABREJOS VIDARTE, O.F.M.
Arzobispo
Metropolitano de Trujillo
Presidente de
la Conferencia Episcopal Peruana
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