24-04-2013 Radio Vaticana
(RV).- (Escuchar audio) En su catequesis del miércoles 24
de abril, ante más de 80 mil peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro, el
Obispo de Roma reflexionó sobre tres textos del Evangelio que ayudan a entrar
en el misterio de una de las verdades que se profesan en el Credo: que Jesús
«de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos».
En este marco Francisco expresó que el tiempo de la
espera, es el tiempo que Jesús otorga antes de su venida final. Hablando a los
jóvenes les dijo: “¡No entierren sus talentos! La vida no se tiene para
guardarla para uno mismo, se tiene para entregarla”.
Afirmó que “en la parábola del juicio final, se describe
la segunda venida del Señor y se advierte que seremos juzgados en la caridad,
según lo que hemos amado a los demás, especialmente a los más necesitados”, y
que “lo que se pide es estar preparados para el encuentro, que significa saber
ver los signos de su presencia, tener viva la fe con la oración y con los
sacramentos; se trata de ser vigilantes para no dormirnos, para no olvidarnos
de Dios”. Invitó a todos “a vivir este tiempo presente que Dios nos ofrece con
misericordia y paciencia, para que aprendamos cada día a reconocerlo en los
pobres”.
Jesuita, Guillermo Ortiz – RV
Texto completo de las palabras del Papa en
español:
Queridos hermanos y hermanas: Deseo reflexionar sobre tres
textos del Evangelio que ayudan a entrar en el misterio de una de las verdades
que se profesan en el Credo: que Jesús «de nuevo vendrá con gloria para juzgar
a vivos y muertos». En la parábola de las diez vírgenes, el Esposo que las jóvenes
esperan con las lámparas de aceite es el Señor. El tiempo de la espera, es el
tiempo que otorga Él antes de su venida final. En la parábola de los talentos,
se recuerda que Dios ha concedido unos dones, que se han de emplear y
multiplicar, pues a su regreso preguntará cómo se han utilizado. Queridos
jóvenes, ¿han pensado en los talentos que Dios les ha dado? ¿Han pensado cómo
ponerlos al servicio de los demás? ¡No entierren estos talentos! La vida no se
tiene para guardarla para uno mismo, se tiene para entregarla. En la parábola
del juicio final, se describe la segunda venida del Señor y se advierte que
seremos juzgados en la caridad, según lo que hemos amado a los demás,
especialmente a los más necesitados. No se conoce ni el día ni la hora del
regreso de Cristo; lo que se pide es estar preparados para el encuentro, que
significa saber ver los signos de su presencia, tener viva la fe con la oración
y con los sacramentos; se trata de ser vigilantes para no dormirnos, para no
olvidarnos de Dios.
** Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua
española, en particular al grupo de la Arquidiócesis de Córdoba, Argentina, así
como a los provenientes de España, Colombia, México y los demás países
latinoamericanos. Invito a todos a vivir este tiempo presente que Dios nos
ofrece con misericordia y paciencia, para que aprendamos cada día a reconocerlo
en los pobres. Muchas gracias.
(CdM - RV)
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