Hoy analizamos el binomio "fidelidad-novedad"
religiosa en Jesucristo. Él oró en perfecta comunión con Israel y, sin embargo,
Él mismo es Israel de un modo nuevo: la antigua Pascua aparece como el anticipo
de la nueva Pascua, que es Jesús mismo. Y la verdadera "liberación"
ahora se realiza mediante su amor que abarca a toda la humanidad.
Si miramos retrospectivamente el camino de Jesús,
verificamos este trenzado de "fidelidad-novedad": Jesús es
"observante"; celebra con los demás las fiestas judías; ora en el
templo; se atiene a Moisés y los Profetas... Pero, al mismo tiempo, todo se
hace nuevo: desde su explicación sobre el sábado, la pureza ritual y la nueva
interpretación del "Decálogo", hasta la purificación del templo, que
anticipa el fin del templo de piedra y anuncia el nuevo Templo, la nueva
adoración "en espíritu y en verdad".
—Jesucristo, fiel a la voluntad originaria
de Dios, trae un cambio decisivo en la historia de las religiones, que se hace
realidad en la Cruz: ha comenzado el culto nuevo.
Fuente: master·evangeli.net
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