15-09-2014
Una a una, las novias entraron en la Basílica de San Pedro acompañadas por sus padres. Mientras, los novios esperaban impacientes a sus futuras mujeres.
El domingo, Francisco casó a 20 parejas de Roma.
Francisco
"Es un viaje lleno de desafíos, difícil a veces, y también con sus conflictos, pero así es la vida”.
Era la primera vez que Francisco casaba a nuevas parejas en la Basílica de San Pedro. Aunque al matrimonio no le faltan retos, explicó Francisco en su homilía, esta unión siempre es un don y el fundamento de la sociedad.
"Me ha recordado tantas cosas que tiendes a olvidar con el paso de los años. Me ha dado un nuevo entusiasmo y energía”.
"Ha sido una ceremonia fantástica”.
Gaetano es uno de los cientos de invitados que acompañaron a los recién casados en su gran día. Se casaba su sobrino, y él con su familia, viajó desde Nueva York para no perderse la cita.
"Francisco es el Papa que se necesita en este periodo de decadencia moral y social”.
Las 20 parejas eran un perfecto mosaico de la situación actual de familia. Una de las novias tuvo un hijo de joven y fue madre soltera durante años. Un novio, en cambio, había estado casado antes, hasta que la Iglesia declaró nulo su matrimonio. Y algunas parejas ya convivían antes de pasar por el altar. Más que celebrar un rito, muchos piensan que Francisco envió un mensaje claro a todos aquellos dispuestos dar un nuevo rumbo a su vida junto a la Iglesia.
Francisco
"El amor de Cristo puede restituir a los esposos la alegría de caminar juntos. Porque esto es el matrimonio: un hombre y una mujer que caminan juntos”.
Como hace siempre, el Papa también dio consejos para vivir un buen matrimonio. Muchos de ellos sorprendieron no sólo a los recién casados, sino a parejas más expertas...
"Dijo que al acabar el día, el marido debe estar dispuesto a ayudar a su mujer, y que la mujer debe hacer lo mismo”.
"Nos recomendó no acabar el día sin hacer las paces”.
El último Papa que casó a parejas en San Pedro fue Juan Pablo II en el año 2000. Francisco quiso repetir este gesto a tan sólo tres semanas de que comience el Sínodo Extraordinario sobre la Familia. Durante el mes de octubre, obispos de todo el mundo se reunirán en Roma para, precisamente, decidir cómo debe responder la Iglesia a los desafíos de la familia en el siglo XXI.
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