Lectura
del santo evangelio según san Mateo 18, 1-5. 10. 12-14
En aquel
momento, se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: «¿Quién es el
más importante en el reino de los cielos?»
Él llamó a un niño, lo puso en medio y dijo: «Os aseguro que, si
no volvéis a
ser como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Por tanto, el que se
haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el reino de los cielos. El
que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí. Cuidado con
despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles están viendo
siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial. ¿Qué os parece? Suponed
que un hombre tiene cien ovejas: si una se le pierde, ¿no deja las noventa y
nueve en el monte y va en busca de la perdida? Y si la encuentra, os aseguro
que se alegra más por ella que por las noventa y nueve que no se habían
extraviado. Lo mismo vuestro Padre del cielo: no quiere que se pierda ni uno de
estos pequeños.»Él llamó a un niño, lo puso en medio y dijo: «Os aseguro que, si
Reflexión
del Evangelio de hoy
La
Palabra de este martes nos presenta dos referentes para nuestras comunidades
dominicanas. En la primera lectura, una persona de edad muy avanzada (¡a ciento
veinte, no llega cualquiera!), y en el Evangelio, un niño. Veamos.
Moisés
pasa el testigo a Josué
Escuchemos
en la primera lectura de este día, cómo Moisés proclama tan sereno ante el
pueblo, que el Señor le ha dicho que él no pasará el Jordán. ¡Después de toda
la paciencia tuvo con el pueblo para llevarles hasta la tierra prometida! Será
otro, Josué… ¡Y qué palabras tan hermosas le dirige, a él y a todo el pueblo,
de ánimo y confianza ante la misión que el Señor les presenta!:“El Señor, tu
Dios, avanza a tu lado. Él estará contigo: no te dejará ni te abandonará. No
temas ni te acobardes”.
Lo
importante es que el plan de Dios se lleve adelante, su misión, no “quién” lo
lleva adelante. Por ello, Moisés está feliz de pasarle el testigo a un hermano
más joven. Esto nos recuerda a las monjas el número de nuestras Constituciones
que dice: “Conscientes de su responsabilidad en el bien común, las monjas
acepten y renuncien de buena gana los cargos y oficios dentro del monasterio…”
(LCM 4, II). ¡Qué escena más hermosa para revivir en nuestras comunidades!
Vivir libres, sin apegarnos ni a nada ni a nadie, ni a cargos ni servicios, ni
a los resultados… pues ¡cuántos hermanos nuestros ya han ido por delante
sembrando, y ahora estamos recogiendo sus frutos! Aprendamos de Moisés, cómo
poder pasar la antorcha de nuestro Padre Santo Domingo a los hermanos,
abandonados en las manos de nuestro Padre Dios que tanto nos ama.
Volver a
ser como niños, hacernos pequeños como ellos…
Quizá no
todos hemos llegado a esa edad tan avanzada de Moisés, pero sí todos hemos sido
niños. Con el paso de los años, ¿hemos dejado de serlo? Ante nuestro deseo, que
tantas veces sale a relucir, de querer ser el más importante, o que me aprecien
o valoren… hoy Jesús nos pone un niño en medio para recordarnos cómo ser
verdaderamente grandes, importantes en el Reino de los Cielos. Hagámonos
pequeños, rebajémonos ante los demás, y acojamos a los hermanos como a un niño
pequeño: con ternura, con delicadeza, procurando su bien, buscando al que esté
perdido y dejándonos encontrar por ellos.
¡Gracias,
Señor, por tu Palabra que cada día nos acompaña! Porque Tú avanzas a nuestro
lado, porque Tú has prometido estar siempre con nosotros. ¡Gracias, Señor,
porque Tú te has rebajado para salir a nuestro encuentro, porque Tú eres
nuestro Dios, y nosotros tu pueblo! ¡Gracias, Señor!
Monasterio
Ntra. Sra. de la Piedad - MM. Dominicas
Palencia
Palencia
https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/13-8-2019/
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