Hoy Jesucristo resucitado se aparece a mujeres y hombres
que lo acompañaron en su vida. Hay diversas reacciones: algunos, de asombro;
otros viven la experiencia con miedo, o con indiferencia o incredulidad; otros
creen y gozan del encuentro con el Resucitado.
Fe es "conocer", un conocer confiando en la
palabra de otra persona que me habla. Ante los misterios de Dios es razonable
tener fe y, a la vez, la fe es razonable, porque tiene también sus razones.
Creer en Dios no es un ciego salto al vacío: el católico, cuando entra en la
iglesia, no se quita la cabeza, sino el sombrero. Lo anti-natural es no creer:
hace falta más "fe" para ser ateo que para ser creyente.
—Jesús Resucitado, con mis padres y la Iglesia te he
encontrado: quiero creer —conocerte— más y más. Ahora, en Pascua me das una
nueva oportunidad para reafirmar mi fe en tu resurrección. Concédeme manifestar
en mis actos la alegría de este "encuentro".
Comentario: Pbro. Gerardo GÓMEZ (Merlo,
Buenos Aires, Argentina).
No hay comentarios:
Publicar un comentario