Hoy aparece nuevamente el "Yo soy" de Jesús.
Sigue aún en el aire la pregunta "¿Quién eres tú?"; "¿de dónde
vienes?". La referencia que los interlocutores hacen a Dios como Padre,
más allá de Abraham, le da al Señor la oportunidad de explicar, una vez más,
con claridad su origen.
Como afirma Jesús, Abraham no sólo remite —por encima de
él mismo— a Dios Padre, sino sobre todo hacia el futuro, a Jesús, al Hijo:
"Abraham, vuestro padre, saltaba de gozo pensando ver mi día: lo vio y se
llenó de alegría". A la objeción de los judíos de que Jesús no podía haber
visto a Abraham, les responde: "Antes de que naciera Abraham, Yo
soy". "Yo soy": otra vez aparece misteriosamente realzado el
simple "Yo soy", pero ahora definido en contraste con el
"era" de Abraham.
—Ante el mundo del llegar y del pasar, del surgir y del
perecer, se contrapone el "Yo soy" de Jesús, un modo de ser absolutamente
único, que supera todas las categorías humanas.
Comentario: REDACCIÓN evangeli.net
(elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) (Città del Vaticano, Vaticano).
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