Hoy nos preguntamos: ¿van dirigidas también a nosotros estas palabras de Jesús? Con Él llega la plenitud de los tiempos, y nosotros
estamos en esta plenitud, estamos ya en el tiempo de Cristo, en el tiempo de la
salvación.
Es verdad que no hemos visto a Jesús con nuestros ojos,
pero sí que le hemos conocido y le conocemos. Y no hemos escuchado su voz con
nuestros oídos, pero sí que hemos escuchado y escuchamos sus palabras. El
conocimiento que la fe nos da, aunque no es sensible, es un auténtico
conocimiento, nos pone en contacto con la verdad y, por eso, nos da la
felicidad y la alegría. No miremos a Jesús yendo del presente al pasado, sino
del presente al presente, estemos realmente en su tiempo, un tiempo que no
acaba.
—Jesús, la oración y la Eucaristía nos aseguran esta
proximidad contigo y nos hacen realmente dichosos al mirarte con ojos y oídos
de fe.
Comentario: Rev. D. Manel MALLOL
Pratginestós (Terrassa, Barcelona, España).
No hay comentarios:
Publicar un comentario