En la festividad de la Anunciación y del “Día del Niño por
Nacer”, se realizó en Huancayo una marcha en defensa de la vida desde su
concepción hasta el último instante de la existencia humana, con lemas contra
el aborto y la cultura de muerte que amenaza a la familia.
Las delegaciones del Arzobispado de Huancayo, Pastoral
Social y Dignidad Humana, Obras Misionales Pontificias, Renovación Carismática,
instituciones educativas y del Ministerio de Salud caminaron por la calle Real.
Partieron de las parroquias Sagrados Corazón de Jesús de El Tambo y Santísima
Cruz de Chilca.
Niños y niñas, jóvenes y familias llevaban carteles que
decían: “La vida es un don de Dios”, “Un bebe no sabe de leyes, déjalo nacer”,
“Todos merecemos vivir”, “Sí a la vida, no al aborto”, “Somos voz de los que no
tienen voz”, “Soy un niño no una elección”, “Quiero nacer”, etc.
Cientos de personas se congregaron en la Plaza de la
Constitución para escuchar el mensaje de los sacerdotes y dirigir una oración
por los niños que han sido concebidos y están por nacer, a imagen y semejanza
de Jesús.
El Arzobispo de Huancayo, Monseñor Pedro Barreto Jimeno,
SJ., concelebró la misa vespertina por la vida y la familia en la Iglesia
Catedral con los padres Percy Mucha y Pedro Castro. En su homilía dijo que los
niños son la alegría del hogar y del mundo y felicitó a las madres que están
gestando, a quienes le impartió una bendición especial en una fecha tan
especial como es la fiesta de la Anunciación. Dijo que ellas, como en el
Evangelio y a ejemplo de María hacen la voluntad de Dios, de traer al mundo a
un hijo que será la felicidad de sus padres y de la sociedad.
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